El hombre primitivo tuvo la necesidad de encontrar un lugar seguro para vivir y conseguir alimentos. Satisfacía sus necesidades a través de la recolección de frutos y vegetales, pero también cazaba animales usando piedras y palos. Con el tiempo, los humanos empezaron a cultivar alimentos, domesticar animales y desarrollar nuevas herramientas y tecnologías como balsas, canoas y la metalurgia.