La teoría de contextos establece que un contexto es un conjunto de consideraciones para observar algo. Dos cosas no son idénticas a menos que sean iguales en un subcontexto, y son similares si son iguales en un subcontexto. Al representar o abstraer algo, nos centramos en un contexto o subcontexto específico para enfocarnos en ciertas cualidades. Siempre es posible encontrar un contexto o subcontexto en el que dos cosas diferentes sean iguales.