Las terapias alternativas se basan en la medicina oriental y enfocan la enfermedad desde una perspectiva holística que considera la mente, cuerpo y espíritu. Se usan ampliamente en el mundo industrializado y en desarrollo debido a su validación profesional reciente, aunque la evidencia científica que las respalda no es del todo rigurosa. Se recomienda realizar una investigación actualizada y con al menos 10 fuentes creíbles para obtener información precisa sobre estas terapias.