La tercera ley de Newton establece que por cada fuerza que actúa sobre un cuerpo, este ejerce una fuerza igual pero en sentido opuesto sobre el cuerpo que la origina. Sin embargo, la formulación original de Newton implica que las fuerzas de acción y reacción son colineales, lo cual no siempre es válido, especialmente en presencia de campos magnéticos, donde las fuerzas magnéticas entre partículas en movimiento no son siempre iguales y de signo opuesto aunque sí de igual magnitud.