Este documento presenta una serie de deseos para el nuevo milenio. Desea que las amistades verdaderas sean eternas, que las lágrimas sean pocas y compartidas, y que las alegrías estén siempre presentes. También desea que el cariño, los corazones abiertos, Dios, la verdad y el perdón guíen el camino, y que el amor por el prójimo sea la meta. Concluye esperando que este mensaje sirva de reflexión para crear un mundo mejor a través de pequeños actos de bondad.