El terremoto de magnitud 8.8 que ocurrió en Chile el 27 de febrero de 2010 afectó severamente las regiones centrales del país, dejando más de 500 muertos y daños estimados en 30 mil millones de dólares. Un tsunami generado por el terremoto destruyó varias localidades costeras ya devastadas. El terremoto se originó en la convergencia de las placas de Nazca y Sudamericana, causando un mecanismo de falla inversa debido a la subducción de la placa de Nazca.