Pedro era un niño curioso que le gustaba recolectar insectos en el bosque. Un día encontró una rana venenosa y fue envenenado. Despertó en una habitación blanca donde un vagabundo le dijo que estaba en el Limbo, un lugar del que no se puede salir. Pedro pasó a otra habitación donde un hombre más limpio le dijo que debía superar pruebas para salir del Limbo. Pedro se dispuso a completar las pruebas.