Las basuras electrónicas se han convertido en un problema global debido al aumento del consumo de tecnología. Estos residuos electrónicos contienen sustancias tóxicas que contaminan el medio ambiente y ponen en riesgo la salud. Aunque se producen 50 millones de toneladas de basura electrónica cada año, solo una pequeña fracción es reciclada adecuadamente. Para abordar este problema, es necesario que tanto las empresas como los consumidores tomen medidas para reducir la producción y mejorar el reciclaje de residuos electrónicos

1. Texto argumentativo sobre las basuras electrónicas.
Zaid Marin Bolaños 9-3
Las basuras electrónicas, también conocidas como residuos electrónicos o e-waste, se han
convertido en un problema creciente en todo el mundo debido al aumento constante en la
producción y el consumo de tecnología. Este tipo de basura es altamente peligroso para el
medio ambiente y para la salud humana, ya que contienen sustancias tóxicas y químicos
peligrosos que pueden dañar el aire, el agua y el suelo.
El rápido avance de la tecnología y la demanda de dispositivos electrónicos más avanzados
y eficientes, han llevado a una generación sin precedentes de basuras electrónicas. De
hecho, se estima que alrededor de 50 millones de toneladas de e-waste se producen cada
año en todo el mundo, y solo una pequeña fracción de ellos se recicla adecuadamente.
Es importante tener en cuenta que estos residuos no solo son peligrosos para el medio
ambiente, sino que también son una fuente importante de contaminación en todo el mundo.
Muchos países en desarrollo han sido utilizados como vertederos para la basura
electrónica, lo que ha tenido un impacto negativo en la salud de las comunidades locales y
en el medio ambiente.
Para abordar este problema, es fundamental que las empresas de tecnología tomen
medidas para reducir la producción de residuos electrónicos. Esto podría incluir la creación
de programas de reciclaje, el diseño de productos más duraderos y fáciles de reparar, y la
reducción del embalaje y los materiales utilizados en la fabricación de los dispositivos.
Además, es crucial que los consumidores tomen medidas para reducir su propia producción
de basuras electrónicas. Esto podría incluir la compra de dispositivos usados o
reacondicionados en lugar de nuevos, la donación o el reciclaje de dispositivos viejos en
lugar de desecharlos, y la compra de productos de empresas comprometidas con la
reducción de su huella de carbono.
En conclusión, las basuras electrónicas son un problema creciente en todo el mundo que
debe abordarse de manera urgente. La reducción de la producción de residuos electrónicos
y la adopción de prácticas de reciclaje responsables son fundamentales para proteger el
medio ambiente y la salud humana. Es hora de tomar medidas y hacer nuestra parte para
reducir la cantidad de e-waste que producimos.