1. TEXTOS para identificar
TEXTO 1
Una madre relata a sus amigos el caso de su hija de doce años, que, con ocasión de encontrarse junto a un río
con otros pequeños, y habiendo caído uno de éstos al agua, se lanzó valerosamente a la corriente y salvó su
vida. La madre, orgullosa, terminó su relato con esta frase admirativa: quot;Desde luego, mi hija se ha portado
como un...quot;
Llegada aquí, la madre titubea y termina diciendo: quot;se ha portado fantásticamentequot;.
¿Qué ha pasado en esta hablante? El lector lo habrá imaginado. (¿Por qué el lector y no la lectora?) Su primer
impulso fue decir quot;como un hombrequot; o quot;como un verdadero hombrequot;, pero enseguida comprendió que la
expresión no cuadraba. Intentó sustituir quot;hombrequot; por quot;mujerquot;, pero el resultado no era el que ella quería. Al
final, tuvo que recurrir a otra frase.
Una persona ofendida escribe al director de una revista: quot;Espero de su caballerosidad que usted publicará esta
carta...quot; . Pero el director de la revista resulta ser una mujer, cosa que ignora quien escribe. ¿Qué pensar de la
palabra quot;caballerosidadquot; empleada en este contexto?
Con estos ejemplos triviales se pone de manifiesto el hecho de cómo muchas palabras que expresan
cualidades, actitudes, etc, tradicionalmente tenidas por quot;virilesquot;, han quedado acuñadas tan masculinamente
que cuando queremos aplicarlas a una mujer (o mejor todavía, a persona de sexo no conocido) el resultado es
un titubeo. Es el caso de voces como hidalguía, caballerosidad, hombría de bien, etc. Su existencia es
expresiva de la identificación subconsciente de varón con persona, típica de toda sociedad patriarcal.
Álvaro García Messeguer, Lenguaje y discriminación sexual.
TEXTO 2
La cefalea está siempre ahí, esperando, y los períodos de libertad de Virginia, por largos que sean, siempre
parecen provisionales. A veces el dolor sólo toma una posesión parcial durante una velada, o un día o dos, y
luego se retira. A veces persiste y aumenta hasta que amaina. En esas ocasiones el dolor sale de su cráneo y
se adentra en el mundo. Todo brilla y palpita. Una luz brillante, palpitante, lo contamina todo, y ella suplica
oscuridad del mismo modo que un caminante perdido en el desierto suplica agua. El mundo está por completo
desprovisto de oscuridad como el desierto lo está de agua. No hay oscuridad en el cuarto con los postigos
cerrados, no la hay detrás de sus párpados. Tan sólo hay grados de resplandor mayores o menores. Las voces
comienzan cuando Virginia ha entrado en esos dominios de radiación implacable. A veces son bajas,
murmullos incorpóreos que emanan del aire; a veces proceden de detrás de los muebles o del interior de las
paredes. Son indistintas pero llenas de sentido, innegablemente masculinas, obscenamente viejas. Son
furiosas, acusatorias, desencantadas. Algunas veces parece que conversan, en cuchicheos, entre ellas; otras
veces parece que recitan textos. En ocasiones, débilmente, ella distingue una palabra. «Tirar», una vez, y
«debajo», dos veces. Un día, en la ventana de su cuarto, una bandada de gorriones cantaba, de un modo
inconfundible, en griego. Este estado la sume en un pozo de desdicha infernal; en este estado es capaz de
chillarle a Leonard o a cualquiera que se le aproxime (silban de luz, como demonios); pero es un estado que,
si se prolonga, empieza también a envolverla, hora tras hora, como una crisálida. Al final, cuando han
transcurrido suficientes horas, Virginia resurge ensangrentada y temblorosa, pero llena de visión y lista,
después de haber descansado, a trabajar de nuevo. Teme estos lapsos de dolor y de luz y sospecha que son
necesarios. Hace algún tiempo que no los padece, hace ya años. Sabe lo súbitamente que pueden reaparecer
las cefaleas, pero las encubre en presencia de Leonard, actúa como si gozara de una salud más sólida de la
que a veces posee. Volverá a Londres. Más vale morir, loca de atar, en Londres, que evaporarse en
Richmond.
Michael Cunningham, Las horas. Quinteto. Barcelona, 2003
CUESTIONES para cada texto:
1. 1. Qué tipo de texto es. Demuéstralo.
2. 2. Resume su contenido.
3. 3. Determina y explica su estructura.
4. 4. Ponle un título.