El documento describe la historia de Squanto, un indio nativo americano que fue capturado por comerciantes ingleses y luego vendido como esclavo en España. Más tarde, los frailes franciscanos lo salvaron y regresó a su tribu en América, solo para descubrir que todos habían muerto de enfermedades europeas. Luego ayudó a los peregrinos ingleses que se habían establecido en Plymouth a sobrevivir enseñándoles a cultivar maíz, calabazas y frijoles, y los peregrinos celebraron