Una presentación efectiva incluye imágenes con texto para captar la atención del público. No se requiere ser diseñador, solo plasmar el conocimiento de forma atractiva. Debe haber algo diferente a presentaciones comunes, como un índice llamativo y usar palabras clave. Los contenidos más importantes se destacan con colores agradables. El objetivo es solucionar problemas para los usuarios, no crear más, mediante presentaciones cortas y precisas que generen interés.