Este documento pide que las personas se toquen y se abracen entre sí para transmitir amor, seguridad y consuelo. Solicita que se toque a los bebés, niños, adolescentes, amigos, parejas, hijos adultos, padres mayores y ancianos para demostrarles que son queridos, especialmente cuando están deprimidos o lastimados. Enfatiza que el contacto físico afectuoso es importante a cualquier edad y que no hay necesidad de tener miedo al tocar a otros.