El transistor, inventado en 1951, inició una revolución electrónica que llevó a la miniaturización de componentes y al desarrollo de circuitos integrados con miles de transistores en pocos milímetros cuadrados, dando origen a los microprocesadores y ordenadores modernos. Los transistores reemplazaron a las válvulas de vacío, reduciendo las pérdidas de calor en los equipos.