3. BODAS DE TETIS Y PELEOBODAS DE TETIS Y PELEO
• En aquellos días nobles y remotos en que
los hombres eran héroes y convivían con
los dioses, Peleo, rey de los mirmidones,
se desposó con una ninfa de los mares
llamada Tetis, la de los pies de plata.
Numerosos invitados asistieron al
banquete de la boda, y, junto con los
mortales, llegaron los dioses del Olimpo.
• Pero en el momento mas alegre de la
celebración apareció Éride, la diosa de
la Discordia, que no había sido invitada
por donde quiera que iba llevaba
desgracia; pero allí estaba ella,
enfurecida como siempre y dispuesta a
vengar la afrenta. Éride se limitó a
arrojar sobre la mesa una manzana de
oro; luego echó su aliento sobre los
invitados y se esfumó.
Bodas de Tetis y Peleo
Jordaens
4. • Entonces, cada una de las tres diosas supremas reclamó para si el regalo. Hera lo
reclamó por ser la esposa de Zeus, padre de los dioses, y reina por tanto de todos
ellos. Atenea afirmó que tenia mas derechos que ninguna, pues la belleza de la
sabiduría como la suya sobrepasaba a cualquier clase de belleza. Afrodita se limito a
sonreír, y pregunto quien iba a reclamar un premio a la belleza si no era la misma de la
belleza. De modo que empezaron una apasionada discusión, la pelea se fue agriando
hasta que por fin las tres rogaron al restos de los invitados que ellos decidieran la
cuestión. Pero estos se negaron, pues sabían de sobra que, si escogían a una de las
tres diosas para recibir la manzana de oro, se enemistarían con las otras dos.
• Al final las tres regresaron al Olimpo, enemistadas. Los demás dioses tomaron partido
de la una y de la otra, y la inquina entre ellas se prolongó durante un largo tiempo.
• En el noroeste del mar Egeo había una ciudad de seres humanos. Troya se llamaba y
era una gran ciudad rodeada de poderosas murallas que se alzaban sobre una colina
junto al mar. El rey de Troya, Príamo poseía grandes territorios y caballos de larga
crin, y era padre de una prole numerosa. Su esposa Hécuba tuvo un hijo al que llamaron
Paris.
• El nacimiento habría sido motivo de gran regocijo si, cuando Hécuba estaba embarazada
estaba embarazada, los adivino le dijeron que iba a dar a luz a una antorcha que
arrasaría Troya. Cuando el niño nació y se le puso nombre, el rey ordenó que un criado
que lo abandonase en un lugar desierto hasta que muriese. El criado obedeció al
mandato, pero un pastor que buscaba un becerro extraviado encontró al niño y lo crió
como a su propio hijo.
La manzana resplandecía entre los montones de las frutas y las copas rebosantes de vino; y, alLa manzana resplandecía entre los montones de las frutas y las copas rebosantes de vino; y, al
inclinarse para verla mas cerca, todos pudieron leer:inclinarse para verla mas cerca, todos pudieron leer:
<<Para la más bella>>.<<Para la más bella>>.
5. EL JUICIO DE PARISEL JUICIO DE PARIS
• Las tres divinidades celosas, aún enzarzadas en la disputa por la manzana de oro,
acertaron a mirar al bosque desde lo alto del Olimpo y vieron al bello joven pastoreando
su ganado por las laderas del monte Ida. Como los dioses todo lo saben, advirtieron de
que se trataba del hijo del rey Príamo de Troya, aunque el muchacho todavía lo
ignoraba. Entones se les ocurrió la idea de que, como él no las reconocería, ningún
temor podía sentir si le rogaban que dijese cual era la mas bella de las tres. Y es que
las diosas empezaban a estar ya algo cansadas de las disputas.
• Así que tiraron la manzana, y él la cogió al vuelo. Descendieron entonces las tres, se
posaron ante él tan suavemente que sus pies ni siquiera rozaron las hierbas de la
montaña, y le rogaron que escogiera a la amas hermosas entre ellas y a aquella que
fuera merecedora del premio que tenia en las manos.
• Primero Atenea, con su brillante armadura, clavó en él sus ojos grises como espadas y
le prometió la sabiduría suprema si ella era la elegida.
• Después Hera, con sus ropajes reales de reina del cielo, le prometió inmensas riquezas,
poder y honor, si le concedía el premio a ella.
• Por último se acercó Afrodita, que, con sus ojos azules como el agua de las
profundidades del mar, el cabello como guirnalda dorada ceñida a la cabeza y una dulce
sonrisa de miel, le susurró que le concedería una mujer tan hermosa como ella si le
otorgaba la manzana.
• Y Paris, fascinado por los encantos de Afrodita, se olvidó a las otras dos diosas y sus
ofrecimientos de sabiduría y poder, se olvido también de Enone la de oscuros cabellos,
y le entrego la manzana de oro a Afrodita.
9. • Afrodita, hizo que algunos hombres del rey Príamo le robaran a Paris un
enorme y hermoso toro, que el era amo y señor de todo su ganado. Paris tuvo
que bajar a Troya en busaca del toro. Y una vez allí, Hécuba su madre le
vio y lo reconoció por el parecido con sus hermanos y por que algo en el
corazón le decía que aquel era su hijo. Príamo lo acogió con júbilo y le regaló
una de sus mansiones, como a cada uno de los príncipes troyanos.
• Allí vivió Paris a partir de entonces, aunque en algunas ocasiones regresaba
con su amado Enone a los robledales del monte Ida.
• Entretanto, del otro lado del mar Egeo, otras boda se había celebrado: el
matrimonio del rey Menelao de Esparta con la princesa Helena, a la que los
hombres llamaban Helena la de las hermosas mejillas, la mujer más bellas
entre todas las mortales, muchos hombres la habían pretendido.
• Aunque a su padre no le complacía ninguno de ellos, acabó por entregársela a
Menelao.
• La fama de la belleza de Helena traspasó los limites de Grecia hasta que por
fin llegó a Troya, tal como Afrodita lo había previsto. Y tan pronto llegó a
los oídos de Paris, éste decidió ir a comprobar por si mismo si Helena era ten
bella como los hombres decían, así que le rogó a su padre que le
proporcionara una nave y unos hombres, y se hizo a la mar con sus
compañeros.
• Cuando llegaron al palacio-fortaleza del rey Menelao. Los esclavos acudieron
a recibirlos al patio de armas, como era costumbres hacer con todos los
extranjeros.
• -¡Bienvenidos seáis, extranjero!-dijo Menelao-. Decidme quiénes sois, de
donde venís y que os trae a mi reino.
• -Yo me llamo Paris, soy hijo del rey Príamo, y vengo de Troya- contesto
Paris-. El deseo de conocer lugares remotos me han conducido hasta aquí,
pues ha alcanzado nuestras orillas la fama de Menelao como gran rey y
generoso anfitrión con los extranjeros.
10. • Paris y Helena cruzaron miradas furtivas por entre el espeso humo del hogar.
Paris comprobó que la esposa de Menelao era más bella de lo que se decía
dorada como la espiga de trigo y dulce como la miel silvestre. Y Helena
observó, que el príncipe extranjero era muy joven.
• Ella no había elegido a su marido y, aunque era feliz, Menelao era mucho
mayor que Helena.
• Paris y sus compañeros se quedaron mucho tiempo en calidad de huéspedes del
rey Menelao, y muy pronto Paris no se conformó con mirar a la reina.
• Y así fueron pasando los días. A menudo, el príncipe y la reina caminaban
juntos por los por los frescos jardines. Paris se sentaba a sus pies y,
mientras ella tejía su lana violeta, él le cantaba las canciones de su país.
• Un día el rey salió de caza. Paris adujo una excusa para no acompañar al rey,
y tanto el joven troyano como sus compañeros se quedaron en el palacio. Y
cuando se encontraban a solas caminando bajo la fresca sombra de los olivos,
mientras los compañero de Paris y las doncellas de la reina se entretenían a
poca distancia, Paris le confeso a Helena que había viajado desde tan lejos
sólo para verla, y ahora que la había visto se había enamorado perdidamente y
ya no se sentía capaz de vivir sin ella.
• No deberías decirme eso – dijo Helena- , Pues soy una mujer casada. Ahora
no podré soportar que te marches y me tengas que abandonar.
• Amada mía – dijo Paris- , mi nave esta en la bahía ven conmigo ahora que tu
marido se ha ausentando del palacio, pues tú y yo nos pertenecemos para
siempre.
• Al final Helena abandono a su señor y a su hija y su honra. Paris y Helena
descendieron por abruptos senderos, salvaron varios pasos de montaña y
llegaron por fin a la nave que les esperaba a la orilla del mar.
• Así fue como consiguió Paris a la compañera que Afrodita le había prometido,
y de ahí procedieron todas las desgracias que acontecerían después.
11. Helena la mujer mas hermosa de Grecia: Todo muchacho
joven había soñado con casarse con Helena, y Ulises no había sido
excepción. Había acudido a Esparta para declararle su amor, pero no
se sorprendió cundo su padre escogió a Menelao, rey de Esparta,
para esposo de su hija.
En el momento del compromiso de Helena, muchos de los
pretendientes habían protestado, asegurando que su amor era más
grande que el de Menelao. Para evitar problemas, el padre de Helena,
había insistido en que todos hiciesen un juramento que si alguien
arrebatase a Helena a Menelao, los demás se unirían para
recuperarla. Cuando Helena huyo con Paris los demás pretendientes
rechazados se vieron obligados a cumplir su palabra.
Juramento boda de Helena y
Menelao
12. Agamenón, (hermano de Menelao) dio ordenes de
reclutar a Hombres y naves. El mandato llegó al anciano
Néstor de Pilos, a Tisbe, donde las palomas silvestras
zurean, a la montañosa Pilo, al poderoso Áyas señor de
Salamina, a Diomedes el del ronco grito de guerra, cuya
tierra era Argos la de abundantes caballos, al astuto
Ulises, que reinaba entre las ásperas colinas de las
colinas de las islas de Ítaca, a Idomeneo de Creta y
muchos otros.
Agamenón les esperaba con sus propias naves en
el puerto de Áulide; y tras reunirse allí con él, la poderosa
flota iba a zarpar hacia Troya.
Reunión de los héroes
16. Es el principal de los
caudillos griegos es hijo del
rey Peleo y la diosa Tetis.
Los dioses habían
prometido a Tetis que, si
sumergía al niño en el
Éstige, que es uno de los
ríos del mundo
subterráneos, el agua
sagrada lo inmunizaría
contra la muerte en
combate. Tetis hizo
gustosa lo que le habían
indicado, pero al sumergir
al niño de cabeza en las
oscuras aguas lo sostuvo
por el talón con la mano, la
Aquiles
17. Aquiles y Patroclo fueron
educados por el centauro
Quirón. Les enseñó el
arte militar y a tocar la
lira. Cumplida su etapa de
formación Aquiles y
Patroclo regresaron a la
corte de Peleo.
Centauro Quirón y Aquiles
EL CENTAURO QUIRÓN
EDUCA A AQUILES
18. La madre de Aquiles
envió a su hijo a la isla de
Esciros, y le rogó al rey
Licomedes que lo vistiese de
doncella y la escondiese entre
sus hijas para que no le
pasase nada. Pero Ulises que
era muy listo se disfrazó de
vendedor, ellas salieron
corriendo a mirar que traía el
vendedor cada una escogió lo
que mas le gustaba hasta que
del fondo del saco salió una
gran espada Aquiles
disfrazado de doncella se
abalanza sobre la espada y
Ulises lo descubrió. Y Aquiles
se tuvo que ir con el.
Aquiles descubierto
AQUILES EN LA CORTE DE
LICOMEDES
19. En la mitología griega Ifigenia era la
hija mayor del rey Agamenón y la
reina Clitemnestra. A veces se le
considera una hija de Teseo y Helena
criada por Agamenón y Clitemnestra.
Artemisa castigó a Agamenón tras
haber matado éste un ciervo sagrado
en una arboleda sagrada y alardear de
ser mejor cazador. En su camino a
Troya para participar en la Guerra de
Troya, los barcos de Agamenón
quedaron de repente inmóviles al
detener Artemisa el viento en Aulis.
Un adivino llamado Calcas reveló un
oráculo según el cual la única forma de
apaciguar a Artemisa era sacrificar a
Ifigenia, hija de Agamenón.
Por esto su mujer, Clitemnestra, lo
odiará toda su vida.
El sacrificio de Ifigenia
EL SACRIFICIO DE IFIGENIA
20. Los troyanos estaban avisados de que se acercaba el
ataque, y habían hecho sus preparativos, reparando las
murallas de la ciudad y almacenando provisiones.
Los griegos eran mucho más numerosos, pero también
los troyanos tenían héroes, aunque Paris, el causante de la
guerra, no se podía contar entre ellos.
Le aterraba el combate cuerpo a cuerpo y le gustaba
permanecer en la retaguardia, hostigando a los enemigos con
el arco. Su hermano Héctor y Eneas eran los auténticos
héroes de Troya, dignos oponentes de los griegos. Héctor
era la médula misma de las fuerzas troyanas, siempre en
primera línea, arengando a sus hombres. Sólo Aquiles era
enemigo para él.
El otro héroe, Eneas, era un semidiós como Aquiles;
su madre era
nada menos que la diosa del amor, Afrodita.
HÉROES TROYANOS
22. Príamo
Príamo, el anciano rey
de Troya, esposo de
Hécuba, padre de
Héctor, Paris,
Deífobo, Casandra,
Polixena, Héleno, y
muchos más.
“Suegro” de Helena,
mientras ésta vive en
el palacio de Troya con
Paris.
23. Héctor, el más
importante héroe del
bando troyano, no es
divino como Aquiles, pero
siendo un hombre, es
héroe por sus propios
méritos.
Héctor
24. Las amazonas, Pentesilea
• Las amazonas eran una tribu de mujeres guerreras
que vivían en la cuenca del río Termodonte. En la
guerra rivalizaban con los hombre más fuertes, y se
decía que eran hijas de Ares.
Pentesilea, su joven reina, había dado muerte por
accidente a su hermana Hipólita y Pentesilea,
amargada por la desgracia, no amaba ya la vida y tan
solo sentía deseos de morir, pero su muerte debía ser
gloriosa y en combate. Conducidas por Paris, llegaron a
Troya sin ningún contratiempo. En cuanto entraron a
caballo en la ciudad, el pueblo de Troya se arremolinó
en torno a ellas. Príamo dispuso un gran banquete para
celebrar su llegada y le regaló varias copas de oro,
vestidos con bordados muy finos y una espada con la
empuñadura de plata. Pentesilea, alzando la espada,
juró que con ella mataría a Aquiles.
25. • Pentesilea y Aquiles
luchan. Aquiles le clavó
la lanza en el pecho. A
continuación mató al
caballo con una lanza
corta, y cabalgadura y
jinete murieron al
tiempo que se
desplomaban al suelo. Al
caer el casco de
Pentesilea y
desparramarse su
brillante cabellera,
Aquiles llora lamentando
su acción.
Aquiles matando a Pentesilea
26. Muerte de Aquiles
• Paris se situó en la torre de la
puerta, eligió una flecha, reclinó su
cuerpo y apuntó a Aquiles entre la
muchedumbre que se apiñaba a su
alrededor.
La flecha salió disparada y Apolo la
guió de tal modo que penetró por
entre aquel enjambre humano y,
entre tantos pies en continuo
movimiento, encontró el objetivo al
que iba dirigida. Dio de pleno en el
talón de Aquiles, justo en el lugar
desprotegido que hay por debajo de
la greba: el sitio por donde su madre
Tetis lo había cogido al sumergirlo
de niño en el río Éstige, el único
punto que no había entrado en
contacto con el agua y que podía
dejar pasar la muerte.
Ayax con el cadáver de Aquiles
27. Muerte de Paris
• Filoctetes fue rechazado por
Helena de Troya antes de su
matrimonio con Menelao.
Aunque partió con los buques
griegos para participar en la
guerra de Troya la
mordedura de una serpiente
impediría que desempeñara
esta misión. Cuando
Filoctetes se recuperó y
acudió a la guerra, su arco
mitológico disparó la flecha
que acabaría con la vida de
Paris.
Filoctetes
28. El caballo de Troya
• Ulises inspirado por Atenea, tuvo la idea de construir un caballo de
madera hueco por dentro para que en su interior se escondieran
algunos guerreros. Después los otros guerreros subirían a sus
naves y simularían que parten para Grecia, pero en realidad esperan
cerca de Troya.
• Los propios troyanos introducirían el caballo dentro de sus murallas.
29. Laocoonte y Casandra
• Después de matar a todos los
hombres y hacer prisioneras a las
mujeres, destruyeron del todo la
cuidad. Dos voces se levantan en
contra, la del adivino Laocoonte y
la de Casandra.
• Laocoonte alertó que dentro del
caballo podía haber tropas aqueas
y sugirió quemarlo. Pero las tropas
troyanas no le hicieron caso. En su
osadía lanzó palos en llamas con el
propósito de quemar el caballo de
madera, en el instante que esto
ocurre dos grandes serpientes
emergen de las aguas y devoran a
sus hijos, perplejo se lanza en
lucha contra las serpientes donde
también resulta devorado. Los
troyanos creían que se trataba de
un castigo por desconfiar del
caballo, así que no le hicieron
caso.
• Casandra, hija del viejo rey, que
tenía el poder de la adivinación,
gritó que aquel caballo sería la
ruina de Troya si lo metían en la
ciudad. Pero nadie la escuchó.
30. Destrucción de Troya
• A pesar de las predicciones y de
que el caballo no cabía por la
puerta, los troyanos metieron el
caballo en la ciudad. Los troyanos
festejaron el acontecimiento
durante todo el día. Cuando se
hizo de noche los troyanos se
fueron a dormir, y en ese momento
la flota griega, regresaba ya de
Ténedos. En ese momento, Sinón
les hacía una señal a los griegos
para que salieran del caballo. Los
guerreros fueron saliendo uno a
uno del caballo, mataron a los
centinelas y abrieron las anchas
puertas a sus camaradas. Los
griegos encendían antorchas en las
fogatas de los puestos de guardia
y corrían raudos a incendiar todas
las casas de Troya.
• Después de matar a todos los
hombres y hacer prisioneras a las
mujeres, destruyeron del todo la
cuidad.