En una boda entre un mortal y una diosa, Éride lanzó una manzana de oro para la más bella entre Hera, Atenea y Afrodita. Zeus encargó a Paris resolver el dilema. Cada diosa ofreció dones a Paris si las elegía, incluyendo victorias, poder o amor. Paris eligió a Afrodita y su don, desencadenando la enemistad de las otras diosas y la futura Guerra de Troya.