Una especie se considera en peligro de extinción cuando todos sus miembros corren el riesgo de desaparecer, ya sea debido a la depredación directa, la pérdida del hábitat por acción humana o cambios climáticos, o la desaparición de un recurso del que depende. La CITES regula el comercio de especies amenazadas a través de tres apéndices para clasificarlas según su riesgo, colocando a las en peligro crítico de extinción en el Apéndice I con mayores