1. UNA ETERNA LUNA DE MIEL
VERDADERA
La pureza familiar ofrece un gran beneficio adicional, especialmente para
nosotras las mujeres, rescata la belleza de los primeros días del matrimonio, y la luna de
miel permanece verdaderamente durante la mayor parte de la vida activa de la pareja. La
separación física de los esposos durante el periodo de nida y los 7 días de purificación,
permite que la pareja pueda expresarse sentimientos de ternura y cariño. La mujer hace
su inmersión en la mikve, pronunciando la misma bendición que recito cuando novia y
luego va al encuentro de su marido con pureza y amor, como lo hizo en su noche de
bodas.
El amor no puede enranciarse en ese ambiente maravilloso, nuestros sueños como
mujer permanecen frescos y nuestras esperanzas tan radiantes como siempre lo fueron;
toda nuestra vida podrá convertirse en una perpetua luna de miel, nuestros sueños nunca
serán vencidos ni el éxito frustrado por su plenitud.
Cuando en mutuo acuerdo el marido y la mujer se someten a las exigencias
sexuales mas elevadas de la Tora, la institución de pureza familiar; reconoce que no
importa lo arrollador de su pasión, lo persuasivo de sus propósitos y lo que desee o no su
pareja, sabe que debe reprimirse y no aproximársele de ningún modo. El hombre
comprende en lo íntimo que ella, su mujer, es una persona de valores propios, autónomos
y que tiene derechos tan sagrados e inalienables como los de él. Si la mujer fuera una
cosa, un objeto, podría el hombre hacer lo que quisiera con los limites que tuviera su
poder de sugestión o aun peor su fuerza física. Pero cuando sigue el Halaja, un marido
aprende lenta pero seguramente que su esposa es humana, que esta provista de dignidad
divina, que es un “tu” y no un “eso” que es una persona y no una cosa y el auto estima de
la mujer se fortalece.
Los resultados de la observación de la pureza familiar son tan necesarios y
beneficiosos, tan profundos y de mucho alcance en su influencia sobre la naturaleza del
matrimonio y de la vida conyugal; que si no hubiera existido, se tenia que haber
inventado para nuestra propia protección y bienestar. Estos beneficios se dejan ver
palpablemente en nuestra relación y aun en nuestros propios cuerpos a través del tiempo.
Como ejemplo de ellos, la mujer se renueva y nos hace mas fecunda al igual que al
hombre en ese tiempo el también reposa y acumula sus energías, eso nos ayudara para
que aun en la vejez estemos vigorosos como pareja y activos en nuestra intimidad sexual.
La pareja que no acata esta disciplina, esta propensa al enfado de la rutina y al
empalagamiento sexual, y al desgaste físico a tal grado que de ancianos ya no hay fuerzas
físicas ni mucho menos deseos de intimidad.
Por eso nuestros sabios expresaron: “Felices de nosotros el pueblo de Israel, cuan bueno
es nuestro destino, que dichosa nuestra suerte, que Hermosa nuestra herencia”.