Las pequeñas y medianas empresas se definen como entidades independientes y rentables que no son dominantes en su área de operaciones. Se caracterizan por emplear entre 5 y 50 personas si son pequeñas, y menos de 250 si son medianas. Están compuestas por capital humano, físico, intangible e intelectual, así como por factores activos y pasivos. Los factores activos, como el personal capacitado y la tecnología desarrollada, actúan directamente en el desarrollo de la empresa.