El documento contrasta a aquellos que vinieron para ser una bendición con aquellos que vinieron para ser un estorbo. Proporciona ejemplos de Judas, la esposa de Job y María y Aarón como personas que fueron un estorbo, mientras que Moisés, Josué y Elías fueron una bendición. Concluye desafiando al lector a decidir si quiere ser una bendición o un estorbo para Dios y salvar a su familia escuchando la voz de Dios.