El documento compara la condena a muerte de Jesús con el aborto de un no nacido, describiendo las similitudes entre las caídas, el sufrimiento y la muerte de ambos. Señala que mientras Jesús murió inocente, el no nacido también es inocente pero es condenado a morir por la decisión de otros de abortarlo. Concluye pidiendo que se diga sí a la vida.