El documento habla sobre las "vendas mágicas y velos mágicos" mencionados en Ezequiel 13:17-23. Dios condena a las mujeres que usan estos objetos mágicos para "cazar las almas" de la gente y engañarlos con mentiras. Dios promete romper sus vendas mágicas, liberar a su pueblo de sus manos, y que ya no podrán practicar más adivinación ni ver visiones vanas.