En la Prehistoria, las personas usaban telas hechas de pieles de animales como mamuts y ciervos. Cosían estas telas con agujas hechas de colmillos afilados y usaban tripas de animales como hilo. Las telas se usaban no solo para vestirse, sino también para hacer casas y mantas. Con el tiempo se desarrolló el telar, lo que permitió coser telas de manera más eficiente.