El piel roja, la muchacha y el aviador se convirtieron de nuevo en muñecos para que continuara el nacimiento. El piel roja tuvo que volverse blanco usando harina, mientras que al aviador le prendieron fuego para calentarse. Uno de los Reyes Magos abandonó la caravana, pero luego hizo las paces con los otros. Al final, todos se convirtieron en muñecos y todo terminó bien.