Torpón regresa de la feria con globos para compartir con sus amigos, pero Tobi quiere todos los globos para sí mismo. A pesar de las súplicas de Tobi, Torpón se niega a dárselos todos. Cuando Tobi se eleva en el aire sujeto a los globos, los pájaros revientan los globos y Tobi cae en un lago, sin herirse. Tobi aprende que no habría pasado por este peligroso vuelo si hubiera estado contento con solo un globo.