La Web 1.0 se caracterizaba por ser unidireccional y tener contenidos estáticos que rara vez se actualizaban. Había pocos productores de contenido y los usuarios eran principalmente lectores. La Web 2.0 transformó a los usuarios en productores de contenido a través de aplicaciones colaborativas enfocadas en el usuario que facilitan la publicación e interacción sin necesidad de conocimientos técnicos. Permiten actualizar información de forma continua.