Las redes sociales permiten a las personas conectarse a través de intereses y relaciones comunes. Se caracterizan por una amplia gama de contactos hiperconectados, la capacidad de los usuarios para definir su propia identidad online y la competencia por la atención de los usuarios. Si bien facilitan la comunicación y organización, también plantean riesgos como la pérdida de privacidad y exceso de tiempo dedicado a ellas en lugar de la vida real.