El documento discute las razones por las cuales el autor siempre tuvo recelos sobre el proyecto Yasuní-ITT. Según el autor, aunque la idea de no explotar el petróleo del Yasuní parecía atractiva inicialmente, el proyecto se basaba en la falsa premisa de que los países ricos pagarían a cambio de no extraer el petróleo, y que el petróleo traería progreso, aunque históricamente no ha resuelto la pobreza. El autor argumenta que el proyecto sonaba bonito