La iniciativa Yasuní-ITT era un proyecto del gobierno ecuatoriano para no explotar petróleo en la reserva del Yasuní a cambio de compensaciones internacionales. Sin embargo, el gobierno de Rafael Correa terminó la iniciativa en 2013 y anunció la explotación petrolera en la zona, argumentando que Ecuador necesita los ingresos del petróleo para su economía dolarizada. Esto generó oposición de grupos indígenas y ambientalistas que querían mantener intocada la reserva del Yasuní.