La historia cuenta cómo Jayna robó el chocolate de la maestra de español, la Señora Jiménez, escondiéndose en el salón de clases antes de que comenzara la lección. Cuando la Señora Jiménez entró y se distrajo mirando postales, Jayna aprovechó para tomar el chocolate de su mesa. Para cuando la Señora Jiménez se dio cuenta de que el chocolate había desaparecido, Jayna ya se había ido del salón con el chocolate en la cara.