La pintura griega antigua se ha conservado escasamente, destacando más la cerámica de la época. Las pocas obras pictóricas griegas que se conocen consisten en decoraciones de vasijas y mosaicos, a excepción de algunas pinturas romanas con influencia griega. Estas escenas griegas conservadas suelen representar temas de caza, guerra y mitología, y se pintaban usualmente en negro, aunque en Corinto también en rojo y blanco sobre fondo negro.