La Lonja de Zaragoza es un edificio renacentista construido en el siglo XVI como lugar de reunión para comerciantes. Tiene una estructura rectangular de tres naves separadas por columnas jónicas y bóvedas de crucería. Actualmente alberga exposiciones y eventos culturales. El exterior se caracteriza por sus fachadas de ladrillo con arquillos y el interior por sus columnas anilladas y escudos de la ciudad.
2. ¿Qué es?
• La Lonja, es uno de los elementos más destacados de la arquitectura española del Renacimiento, por orden de Don
Hernando de Aragón. La definición de lonja es, un lugar de reunión de los comerciantes. Por el contrario, el
término mercado suele asociarse más a la venta al por menor, aunque también existen mercados centrales donde se
suele realizar la distribución alimentaria de una ciudad completa, en una acepción sinónima de lonja.
• La obra comenzó en 1541, tras una petición de mercaderes y ciudadanos, que reclamaban un lugar fijo para negociar, y
evitar hacer los tratos en las iglesias de la ciudad.
• Actualmente es una prestigiosa sala de exposiciones y eventos culturales. Al mismo tiempo que se emprendieron las
obras para la construcción de la Lonja, se entablaron contactos con ciudades como Barcelona o Valencia para conocer
las normas que se establecían en este tipo de espacios mercantiles.
3. Su construcción
• La construcción se hizo de rejola y aljez, es decir, de ladrillo sentado con yeso, como muchas de las construcciones de la
época.
EXTERIOR----------------------------------------------------------------------------------INTERIOR
4. • EXTERIOR:
• Destaca el alero y la galería de arquillos adornada con
bustos polícromos, resulta interesante la decoración con
medallones de yeso policromado que representan caras.
• Cuenta con unas hermosas fachadas realizadas
íntegramente en ladrillo, en su estructura y decoración
presenta unas marcadas líneas cuatrocentistas y
florentinas, sobresaliendo al exterior el imponente alero
con el que se remata y el estudiado ritmo de sus
ventanales y galerías de arquillos de su cuerpo superior.
5. • INTERIOR:
• Entre las columnas anilladas (divididas por una
especie de anillos para separar su simetría) se
alzan bóvedas de crucería estrellada con la
sección muy rebajada y claves de madera dorada y
pintada. Circundando los nervios de arranque de
la bóveda también se encuentran angelotes con
los escudos de la ciudad: un león rampante sobre
campo rojo, y el escudo imperial. Las ventanas de
la Lonja estaban cerradas con vidrio, un habitual
raro en una época en la que se utilizaba sobre
todo placas de alabastro y papel encerado.
•
La planta superior del edificio sirvió de almacén
y nunca estuvo concebida para otro uso.
6. Su estructura
• Concebida plenamente renacentista, recuerda a
los palacios florentinos del quattrocento tanto
en simetría y orden como en las ventanas
geminadas de influencia albertiana; además se
funde con el mudéjar aragonés en el uso del
ladrillo.
• La planta de la Lonja es rectangular, formada
por tres naves de igual altura, separadas por
columnas anilladas de orden jónico. Se divide
en cinco tramos.
• En cada una de las esquinas, encima, cuatro
torres pequeñas de planta cuadrada y la parte
superior octogonal ( la misma forma que la
torre de Utebo)
• El relieve ornamental de yeso (grutescos,
tondos, medallones, escudos renacentistas y
otras decoraciones con motivos renacentistas)
7. ESCUDO
• El escudo de la lonja de
Zaragoza se encuentra en
el centro de cada lado de la
lonja. También se puede
encontrar en cada columna
y arriba del alero superior
en el exterior de la lonja.
Se caracteriza por un león
a cada lado del escudo, al
rededor del escudo un
águila bicéfala, colgando
de él, dos columnas donde
pone “plus---” y en medio
colgando un carnero.
8. OBRAS QUE APARECEN EN EL MUSEO
• La Lonja de Zaragoza vuelve a ser escenario de las fotografías del artista
tarraconense Francesc Catalá-Roca. Esta exposición almacena 147 fotografías en
blanco y negro que repasan la carrera artística del fotógrafo, y permanecerá en el
edificio renacentista de la Plaza del Pilar entre los días 3 de febrero y el 23 de
abril. Catalá-Roca sentía la fotografía como un reflejo de la sociedad, por ello la
temática es la ciudadanía española de los años 50 y 60. Aportaba un punto de
vista diferente. Era crítico, real y sugerente en sus retratos y se le considera uno de
los contribuyentes a la renovación de la fotografía contemporánea española. Con
un archivo de más de 200.000 negativos, las ilustraciones muestran escenarios
callejeros donde se ve con detalle la realidad de la sociedad de la época: las modas,
las tradiciones, los estamentos sociales, las diversas formas de vida o el papel de la
mujer.
• El catalán también destaca como uno de los principales referentes de la fotografía
documental en España y fue galardonado con el Premio Nacional de Artes
Plásticas, con la medalla al mérito artístico y con el Premio Ciudad de Barcelona.
Hijo del fotógrafo Pere Catalá i Pic, Francesc colaboró con sus ilustraciones en
varios libros y diarios nacionales como “La Vanguardia”. Algunas de sus obras
son: “El Pirineu” de 1970 o “Els Monestir catalans” de 1968.
"Entérate Delicias" les ofrece un documento adjunto con una breve cronología del
fotógrafo.