Puerto Girón es un corregimiento olvidado y pobre en Apartadó, Colombia. Sus habitantes originalmente se dedicaban a la pesca y recolección pero ahora trabajan mayormente en fincas bananeras cercanas. El corregimiento carece de servicios básicos como acueducto o alcantarillado y sus residentes beben agua contaminada del Río León. A pesar de enfrentar cambios en los últimos 50 años, los residentes de Puerto Girón tienen dificultades para identificarse como una comunidad unida y solucionar problemas comunes.
Plan de Desarrollo y Ordenamiento Territorial de Imbabura.pptx
Puerto Girón, pueblo olvidado de Apartadó
1. Los habitantes de Puerto Girón aún conservan tradiciones como la pesca y la
forma de hacer agricultura en las riberas de los ríos y aunque el aserrío ya no
está, la mayoría permaneció y ahora muchos trabajan como asalariados de las
fincas bananeras establecidas en los últimos años en el corregimiento. Ellos
conservaron su visión hacia el trabajo asalariado como único medio de
subsistencia, influenciada en gran parte por la dinámica de la agroindustria. Por tal
motivo posiblemente no consideraron importante adelantar el proceso de titulación
de tierras colectivas con la Ley 70, a la cual para los años 90 accedieron muchas
comunidades negras del país y pudieron legalizar como propios, los territorios que
tradicionalmente utilizaban para sobrevivir.
Este hecho se resalta sobre todo en el caso de los chocoanos fundadores de
Puerto Girón, quienes en sus lugares de origen requerían trasladarse muchas
horas en bote para llegar a centros poblados de su departamento, los cuales
contaban con una mínima oferta de servicios. Además al residir en Puerto
Girón, están a escasos 30 minutos en chalupa del corregimiento Nueva Colonia,
desde donde también se pueden desplazar fácilmente por carretera a Turbo y
Apartadó.
Puerto Girón, es uno de los cuatro corregimientos de Apartadó, ubicado a la orilla
del río León en la desembocadura del río Apartadó.
Ir a Puerto Girón resulta ser una experiencia inolvidable. Para llegar al pueblo hay
que viajar en carro, entre las bananeras, por la vía a Nueva Colonia y desviarse
por una trocha que llega hasta un puente improvisado en madera. Estando allí, se
nota el gran atraso que tiene este corregimiento. La maleza cubre el fango de lo
que era la desembocadura del río Apartadó, que fue desviado por bananeros, y
sobre ella dos troncos viejos que sirven de puente, que se mueven como gelatina
cuando la gente pasa hacia el caserío construido en tablas con latas de cinc sobre
horcones, a 100 metros de la orilla del río León.
Los niños son los primeros en observarse de ambulando por la única calle que
existe, descalzos y algunos sin camiseta. Al pisar Puerto Girón se da uno cuenta
que quienes tenemos agua potable en casa vivimos en la gloria.
En este corregimiento no hay acueducto, ni alcantarillado, el único servicio que
existe es el de energía, que según Porfirio Serna, presidente de la junta de acción
comunal está incrementando de precio inexplicablemente. “Del río León cogemos
el agua para lavar, tomar y cocinar. Algunos la hervimos, otros se la toman así,
solo dejan asentar el agua”, dijo el líder que lleva 35 años viviendo en el pueblo.
Los habitantes de este corregimiento son quizás los que toman el agua más
contaminada de Apartadó, pues toda el agua de alcantarillas y los químicos de la
2. fincas bananeras que llegan a los ríos Apartadó, Carepa y Chigorodó termina en el
León, además se le suma a eso la contaminación de los remolcadores que
navegan el río sacando los conteiner cargados de banano.
La escuela que cuenta con dos salones construidos en cemento ya tiene un muro
a punto de caerse y los baños también presentan fisuras. Los otros dos salones
hechos en madera sirven para que más de un centenar de niños reciban la
educación primaria.
Este corregimiento que inicialmente se llamó Puerto Caribe, fue centro de
operaciones de una firma exportadora de tagua y de Maderas del Darién. Según
Porfirio Serna, el nombre de Puerto Girón se da como reconocimiento a un
administrador de Maderas del Darién que ayudó a los pobladores a construir sus
casas. “En el año 84 se recogieron firmas para convertirlo en corregimiento. Había
un administrador de Maderas del Darién que era de apellido Girón, el regalaba la
madera para construir las viviendas, por eso se le puso así”.
La pesca y la tala de madera fueron las principales de fuentes de ingreso
económico de las familias del corregimiento, pero actualmente el 85% de sus
habitantes trabajan en fincas bananeras.
Puerto Girón es el pueblo más pobre y olvidado de Apartadó.
En Puerto Girón, donde además han enfrentado en escasos cincuenta años
muchos cambios físicos, bióticos y sociales. Allí se presentan grandes dificultades
para identificarse como comunidad. No se apoyan ni se ponen de acuerdo en las
cuestiones de interés comunitario; prueba de ello es la rotación de la junta
directiva de la JAC; cuando por norma debería renovarse cada cuatro años, en
Puerto Girón en dos años se había reemplazado tres veces y la junta elegida en
2006 incluso no era reconocida por toda la comunidad.
En Puerto Girón y Casanova, se resalta además la generalizada falta de
legalización de los terrenos y viviendas por parte de las administraciones
municipales, que aún no deciden enfrentar esta problemática fundamental de
ordenamiento territorial. Esta situación perjudica notablemente a las familias al no
poder acceder a créditos, subsidios o donaciones para el mejoramiento de sus
viviendas y por ende el de su calidad de vida. A pesar de lo ya mencionado, estas
dos comunidades son consideradas como centros urbanos en los POT
municipales de Turbo y Apartadó (2000), aun cuando no se acerquen siquiera al
cumplimiento mínimo de los requerimientos que exige la Ley 388 de 1997.
En Puerto Girón, algunos de sus habitantes mencionaron las restricciones que
estos grupos les imponen para realizar actividades de caza y pesca en sitios
3. tradicionalmente utilizados por miembros de la comunidad, como es el caso del río
Suriquí.
En el caso de Puerto Girón su población nunca fue campesina, fueron mineros y
recolectores (pescadores y cazadores) en sus lugares de origen del departamento
del Chocó y se convirtieron en trabajadores rurales a su llegada a Urabá, primero
con el aserrío de Maderas del Darién y luego con la agroindustria bananera. Sólo
unos pocos lograron adquirir tierras para trabajar, las cuales en su mayoría para la
fecha de este estudio ya habían sido vendidas. Se observó una falta de interés en
la mayor parte de la población para adquirir tierras, tanto a través de su compra
directa, como por medio de la solicitud de la titulación colectiva, vía Ley 70, lo cual
ratifica que Puerto Girón no debe considerarse una comunidad campesina,
aunque si bien existan aún algunas personas con estos rasgos, sobre todo de
avanzada edad, como fue el señor Mena a quien se le realizó la entrevista.
Mapa de Puerto Girón