1. “Supervolcanes: una catástrofe latente”
Guía de aprendizaje Informativo
Nivel Curso Fecha Tiempo Estimado
Objetivos Contenidos
5 1° Medio 19 de mayo, 2010 30 minutos
- Examinar y valorar - Los procesos geográficos en la
comprensivamente las ideas del actualidad.
texto entregado desde diversos
puntos de vista.
- Analizar el texto y sus
repercusiones en su entorno.
Nombre Alumno(a):
Supervolcanes: una amenaza de alcance mundial.
Si bien la erupción del volcán islandés Eyjafjallajökull ha causado serias
alteraciones en vuelos aéreos, éstas palidecen ante un evento como la explosión
de un súper volcán como el de Yellowstone, que podría reducir la temperatura
global y afectar seriamente los cultivos y los océanos.
La nube inicial de cenizas expulsada por el volcán Eyjafjallajökull, en
Islandia, causó todo tipo de estragos: mientras la Asociación Internacional de
Transporte Aéreo afirmó que las pérdidas por vuelos cancelados en Europa
superaron los US$ 1,7 mil millones, la erupción obligó a evacuar a más de 800
personas, dejo una capa de 20 cm de ceniza en las cercanías del volcán y causo
un temor generalizado ante el derretimiento de casi el 10% del glaciar existente en
el lugar.
Sin embargo, pese a las imágenes de los oscurecidos cielos del norte de
Europa y de los pasajeros durmiendo en aeropuertos, su amenaza palidece ante
otro fenómeno mucho más destructivo: los supervolcanes, término que se aplica a
volcanes que liberan al menos 300 Km. cúbicos de magma en una erupción. Para
apreciar las diferencias de magnitud, basta decir que según la escala de
explosividad volcánica (VEI), Eyjafjallajökull tuvo nivel dos o tres, mientras el
supervolcán del Monte Toba, en Sumatra, llegó a ocho.
Hoy en esa zona sólo se aprecia un inmenso y atractivo lago, pero hace
72.000 años el panorama fue muy diferente. Según varios análisis, Toba liberó
2.500 Km. cúbicos de magma, casi dos veces el volumen del Everest, la montaña
más alta del mundo. La erupción fue 5.000 veces más grande que la del Monte
Santa Helena, en EE.UU., en 1980, por lo que es la mayor ocurrida en la Tierra
durante los últimos dos millones de años.
Graves consecuencias
2. El efectote Toba fue catastrófico: debido a las gruesas nubes de ceniza la
temperatura del mundo cayó 5° C, lo que generó deforestación, la muerte de
millones de animales y la reducción de la población humana a apenas 5.000
individuos. Además, se trataba de una época en que los Neandertales y otros
homínidos recorrían Asia y Europa, mientras los Homo Sapiens comenzaban a
salir de África para conquistar el mundo.
Simon Winchester, autor del libro “Krakatoa: el día en que el mundo
exploto”, escribió en The Guardian que muchos “”antropólogos creen que el
evento causo un repentino cuello de botella evolutivo, con consecuencias
genéticas que duran hasta hoy. Para decirlo de otra forma, la humanidad fue
prácticamente eliminada por Toba y no fue sino por un milagro que nuestros
ancestros sobrevivieron”.
Los geólogos consideran que al menos una de estas bombas de tiempo
explota cada 100.000 años, siendo la más reciente la de Toba. Actualmente,
algunas de las zonas con supervolcanes
con más probabilidad de explotar son
Yellowstone en EE.UU. (Ver imagen), el
lago Taupo en Nueva Zelandia y los
campos Flegrei, en Italia. Aunque un
evento en el fututo inmediato ha sido
descartado, un reporte de la Sociedad
Geológica de Londres indica que una
supererupción es 10 veces más probable
que el choque de un asteroide.
Bill Maguire, director del Centro de
Investigación de Amenazas Aon Benfield
del University College de Londres, dijo a New Scientist que “no se trata de
preguntarse si ocurrirá sino cuando”. Un análisis de la U. de Cambridge indica que
la erupción de Yellowstone reduciría la temperatura global en 1° C, mientras que
varios centímetros de cenizas cubrirían toda America del Norte, los océanos se
volverían mas ácidos y el crecimiento de los cultivos se alteraría por años.
La ultima vez que exploto el volcán de Yellowstone fue hace 640.000 años,
no obstante, Bill Burton, vulcanólogo del Servicio Geológico de EE.UU. (USGS),
indica que no “podemos ser totalmente complacientes y asumir que nada va a
ocurrir”.
Y todo indica que la caldera existente en la zona está viva: en marzo de
2010 se registraron 66 temblores, aunque con una magnitud máxima de 2,7
grados. Las mediciones realizadas en el lugar muestran que la caldera de
Yellowstone se ha inflado 7,6 centímetros anuales entre 2004 y 2008, lo cual es
tres veces más que lo detectado por dichos análisis desde que comenzaron en
1923.
Fuente: Periódico La Tercera. Edición 15/05/2010. Sección La Tercera
Tendencias, Pág. 16.