1. ME SIENTO BASTANTE BIEN
Al fin estaba donde quería. Corría por un extenso bosque y daba saltos en un paisaje
lleno de montañas, tendí mi manta de cuadros azules bajo un gran árbol cargado de
cerezas buenisimas. Me tumbé sobre ella y cogí mi libro, el cual me había tocado hacía
unos años, en la biblioteca por un premio al mejor microrelato. Empecé a leerlo. Este
trataba de los detalles del libro me pasaban a mí. Me quedé con bastante intriga
retrepada sobre el árbol, descubrí que la lectura era mejor que cualquier cosa o
cualquier tontería que se nos antoje.