Más contenido relacionado Más de TeoTecnologia.com (20) Lección 17 - Ignorancia7. Romanos 1.21-22
RVR
21 ya que, habiendo conocido a
Dios, no lo glorificaron como a
Dios, ni le dieron gracias. Al
contrario, se envanecieron en sus
razonamientos y su necio corazón
fue entenebrecido.
22 Pretendiendo ser sabios, se
hicieron necios,
VP
21 Pues aunque han conocido a
Dios, no lo han honrado como a
Dios ni le han dado gracias. Al
contrario, han terminado
pensando puras tonterías, y su
necia mente se ha quedado a
oscuras.
22 Decían que eran sabios, pero
se hicieron tontos;
9. Romanos 1.28-29
RVR
28 Como ellos no quisieron tener
en cuenta a Dios, Dios los entregó
a una mente depravada, para
hacer cosas que no deben.
29 Están atestados de toda
injus8cia, fornicación,
perversidad, avaricia, maldad;
llenos de envidia, homicidios,
con8endas, engaños y
perversidades.
VP
28 Como no quisieron reconocer
a Dios, él los ha abandonado a
sus perversos pensamientos, para
que hagan lo que no deben.
29 Están llenos de toda clase de
injus8cia, perversidad, avaricia y
maldad. Son envidiosos, asesinos,
pendencieros, engañadores,
perversos y chismosos.
10. Romanos 1.30-31
RVR
30 Son murmuradores,
calumniadores, enemigos de
Dios, injuriosos, soberbios,
vanidosos, inventores de males,
desobedientes a los padres,
31 necios, desleales, sin afecto
natural, implacables, sin
misericordia.
VP
30 Hablan mal de los demás, son
enemigos de Dios, insolentes,
vanidosos y orgullosos; inventan
maldades, desobedecen a sus
padres,
31 no quieren entender, no
cumplen su palabra, no sienten
cariño por nadie, no sienten
compasión.
12. Resumen
• En el análisis del mundo que el apóstol Pablo conoció́, el origen y la
causa de las injus8cias, los crímenes, la depravación moral, la
violencia, el robo, la malacrianza y todos los males imaginables,
8ene un solo nombre: la rebelión del ser humano contra Dios y el
rechazo de su señorío. Esa soberbia nos lleva a no reconocer a Dios
como el Señor y nos lanza al precipicio de toda especie de
atrocidades, con consecuencias terribles y espantosas.
• El remedio a los males que nos consumen, nos dañan y nos hacen
infelices, en medio de falsas ofertas de felicidad, está en volvernos
al Dios, que tanto nos amó dándonos a su hijo Jesús como Señor y
Salvador, para enseñarnos a vivir la vida que agrada y cumple los
propósitos divinos.