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EL MAIZ, REFLEJO DE LA EVOLUCION DEL TIEMPO
Salvador Miranda Colín1
RESUMEN
El maíz es una planta monoica que desarrolla flores masculinas en la espiga y femeninas, en el
jilote o mazorca. En cada flor masculina, se desarrollan tres anteras y en cada femenina, un
estigma, generando una relación de 3:1. En la evolución del tiempo, la relación 3:1 significa que
se requieren tres días (3 anteras) para que se complete una hora (un fruto de maíz). De ahí que
las flores de maíz, que son el resultado de la selección natural, integren una de las unidades
requeridas para explicar la evolución del tiempo. Los materiales utilizados en esta investigación
fueron: a) La Raza Cónico de maíz, caracterizada por desarrollar mazorca de 16 hileras y 30
semillas por hilera; b) El Plano Rector de Teotihuacán, en donde se expresa, entre otros
muchos aspectos, el origen y la evolución del tiempo requerido para completar cuatro años de
360 y 365.25 días. Los resultados obtenidos en esta investigación indican que, el hombre
prehispánico tenía conocimientos muy precisos sobre los movimientos de rotación y traslación
de la Tierra, lo mismo que el movimiento de traslación de la Luna. Estos movimientos,
expresados en tiempo, fueron plasmados en las construcciones de Teotihuacán, con el fin de
darlos a conocer al hombre y mostrar la forma de cómo se debían aplicar en el mejoramiento
genético del maíz. Por ejemplo, en el desarrollo de la Raza Cónico, se requerían tres lunaciones
de 30 días cada una, para completar las 30 semillas de una hilera. Las tres lunaciones
integraban una Estación del año, por lo que la primera Estación (primavera), coincidía con el
solsticio de verano; las siguientes tres hileras de maíz coincidían con: El equinoccio de otoño, el
solsticio de invierno y el equinoccio de primavera, completándose así un año y
simultáneamente, cuatro hileras de la mazorca de maíz Cónico. Al repetir el año cuatro veces,
se generaban 16 Estaciones que correspondían a las 16 hileras de la mazorca de maíz. La
congruencia que existía entre el desarrollo del arquetipo de la Raza Cónico de maíz y la
evolución del tiempo, enfatiza el enorme interés que el hombre tenía por mantener una profunda
y puntal armonía entre las actividades agronómicas, los aspectos astronómicos y el desarrollo
cultural. Esta forma de ver y hacer las cosas, le permitía conservar un equilibrio sustentable y
permanente con la naturaleza, lo cual le redituaba muy buena salud y bienestar social, en el
corto, mediano y largo plazos.
PALABRAS CLAVE: Fitomejoramiento precolombino
INTRODUCCION
Todas las civilizaciones antiguas mostraron respeto y admiración por los movimientos de la
Tierra, de la Luna, del Sol y de otros astros. Con el advenimiento de la agricultura se fortaleció
la agronomía, o sean todas aquellas actividades relacionadas con el conocimiento de las
plantas cultivadas y su producción; de igual manera, se ampliaron y profundizaron los
conocimientos astronómicos, los cuales están relacionados con la ubicación, movimiento y
naturaleza de los astros. El inicio de la domesticación del maíz es prácticamente prehistórico.
En el Valle de México se han encontrado granos de maíz en estado fósil, a los cuales se les
atribuye una antigüedad de 60000 a 80000 años (Barghoorn et al., 1954; Mangelsdorf, 1960).
Estos investigadores subrayan que los granos de polen mencionados pertenecen al maíz
domesticado (Zea mays) y no al teocintle, el cual es el ancestro del maíz referido (Ascherson,
1
Colegio de Postgraduados; smiranda@colpos.mx
1880; Lanham, 1940; Longley, 1941; Miranda, 1966; Harlan, 1970; Mc Clintock et al., 1981). Si
la antigüedad del polen aludido es correcta, entonces el maíz ya se estaba cultivando en los
márgenes de los lagos del Valle de México, hace por lo menos 60000 años a. P. En el Valle de
Tehuacán, Puebla, también se han encontrado restos de maíz domesticado a los cuales se les
atribuye una antigüedad de 6600 años a. P. (Mc Neish, 1964); de igual forma, se han hallado
restos de maíz cultivado en la Cueva del Murciélago, Nuevo México, E. U. A., cuya antigüedad
se remonta a 5600 años a. P. (Mangelsdorf, 1960). Los datos anteriores indican que la
domesticación del maíz, en América del Norte, tiene una antigüedad que va más allá de los
10000 años antes del presente. En la actualidad el teocintle diploide o maíz silvestre (Zea
mays), crece en forma natural en el Occidente y Sur de México, lo mismo que en Guatemala y
Honduras (Miranda, 1966). Este tipo de maíz, al igual que el domesticado, han estado
sometidos a un constante proceso evolutivo para irse readaptando a las nuevas condiciones
ambientales que se van presentando en los ecosistemas donde crecen; de ahí que actualmente
el teocintle diploide incluya, en su variabilidad genética, por lo menos seis subespecies o razas
(Wilkes, 1967), mientras que en el maíz cultivado ya se han descrito más de 250 (Goodman,
1976). De acuerdo con información citológica obtenida por Mc Clintock et al. (1981), en donde
se hace alusión al número y posición de los nudos cromosómicos, el teocintle de Guatemala se
caracteriza por tener un número reducido de nudos, y todos ellos con ubicación terminal en los
brazos de los cromosomas; en cambio los teocintles de México se distinguen, de los de
Guatemala, por poseer un número mayor de nudos cromosómicos; estos son principalmente
intercalarios y, además, tienen el cromosoma 10 anormal y el cromosoma tipo B. Al comparar
los nudos cromosómicos del teocintle con los del maíz, se llegó a la conclusión de que este
último se empezó a domesticar a partir del teocintle mexicano y no del guatemalteco (Mc
Clintock et al., 1981), ya que en el maíz cultivado también puede existir un alto número de
nudos cromosómicos, la mayor parte de ellos son intercalarios y en el maíz también se presenta
el cromosoma 10 anormal y el cromosoma B. Una vez establecido el origen del maíz a partir del
teocintle mexicano, Kato (1984) postula diferentes centros de domesticación y a partir de estos,
se inicia la migración de germoplasma hacia otras localidades; por ejemplo: las rutas Centro-
Norte y Centro-Noroeste de México, se caracterizan por la distribución del nudo mediano 1,
ubicado en el brazo largo del cromosoma 6. El centro de origen de este nudo se ubica en las
tierras altas del Centro de México y se le encuentra en las razas de maíz: Cónico, Palomero
Toluqueño, Arrocillo y Chalqueño, las cuales, a su vez, son típicas de la Mesa Central de
México. De esta área el nudo cromosómico mencionado emigró hacia el Norte, hasta alcanzar
la frontera con los Estados Unidos de América y fue dispersado principalmente por la raza
Cónico; de igual forma, emigró hacia el Occidente de México, hasta llegar a los actuales
Estados de Jalisco y Michoacán y de ahí siguió por la vertiente del Océano Pacifico, hasta
arribar al Occidente de los Estados Unidos de América. Asimismo, del Centro o del Occidente
de México, se desplazó hacia el Sur hasta llegar a Honduras y de ahí fue trasladado a
Venezuela o Colombia, distribuyéndose, después, en el Noreste de América del Sur. La
información que se ha rescatado hasta ahora, demuestra que el hombre precolombino conocía
detalladamente los movimientos de rotación y traslación de la Tierra, lo mismo que la traslación
de la Luna. De ahí que el objetivo del presente trabajo sea demostrar que, en la época
precolombina, predominó la congruencia entre las formas de domesticar el maíz y la evolución
del tiempo.
MATERIALES Y METODOS
La Raza Cónico de maíz, a la cual nos referiremos en este trabajo, fue descrita por Wellhausen
et al. (1951), quienes indican que se trata de una raza mestiza prehistórica; su nombre lo deriva
de la forma cónica de su mazorca; crece entre los 2200 y 2800 m. de altitud y actualmente
todavía es el maíz más importante, para las siembras de temporal, en los Estados de México,
Tlaxcala, Puebla y parte de Hidalgo, Veracruz, Michoacán, Jalisco y hacia el Norte a través de
Querétaro, Guanajuato y Zacatecas. El Cónico es un maíz blando y dentado, que resultó de la
hibridación entre el Palomero Toluqueño (maíz duro y reventador) y el Cacahuacintle (maíz
blando y harinoso). Según Wellhausen et al. (1951), la planta de la Raza Cónico tiene espigas
con cinco o seis ramificaciones; posee un promedio de 12 hojas, ocho de las cuales se ubican
abajo de la mazorca; ésta, muestra 16 hileras y es de forma cónica; en tanto que la planta dura
90 días para la antesis, lo cual indica que el ciclo biológico puede prolongarse hasta 180 días.
Otro de los materiales utilizados fue el Plano Rector de Teotihuacán. Comparando la morfología
de la planta de maíz, de la Raza Cónico, con el Plano Rector mencionado, se observa que
ambos tienen gran similitud en varios aspectos (Figura 1). Por ejemplo: La Calzada de los
Muertos representa al tallo principal de la planta de maíz, con la espiga ubicada en el complejo
Plaza-Pirámide de la Luna. La Pirámide del Sol equivale a la mazorca cónica de maíz donde
sobresalen 16 hileras; esta cifra es igual al producto de multiplicar cuatro cuerpos de la pirámide
por sus cuatro lados. La Pirámide del Sol está ubicada en el nivel ocho de la Calzada de los
Muertos, empezando a contar de abajo hacia arriba y desde el nivel que está enfrente a la
Ciudadela; en la planta del maíz Cónico, la mazorca surge justamente en el octavo nudo,
contando de abajo hacia arriba. El Río San Juan, por su parte, representa el nivel del suelo
donde se siembra el maíz; mientras que la Ciudadela imita a la semilla del maíz después de
haberse depositado en el orificio del terreno y tapado con la tierra correspondiente (Figura 1).
Los métodos utilizados en esta investigación se refieren a las fórmulas del tiempo utilizadas
para ajustar los movimientos de rotación y traslación de la Tierra, lo mismo que la traslación de
la Luna. Los tres tipos de movimiento son permanentes y ocurren simultáneamente, por lo que
su registro también debe ser sincrónico, como se consigna en el Capítulo siguiente.
RESULTADOS Y DISCUSION
En la rotación de la Tierra, seis horas de 60 minutos cada una, totalizan 360 minutos. Para
ajustar el movimiento de traslación, se deben adicionar (5'+15'') = 5.25 minutos, lográndose un
total de 365.25' = 6 hrs + 5.25’. Esto indica que en un día de 24 hrs se deben añadir 21 minutos
y en tres días, 63 minutos. Los 63 minutos se pueden reagrupar en 60' + 3 ' = 1 hr + 3’. Lo
anterior muestra que se requieren tres días para generar 1 hr + 3'. Por otro lado, se debe
señalar que el maíz es una planta monoica donde el sexo masculino se ubica en la espiga y el
femenino en la mazorca. A cada flor masculina le corresponden tres anteras y a cada femenina,
un estigma, indicando que tres anteras corresponden a un fruto de maíz. Esta relación de 3:1
también indica que 3 días: 1 hr ó 3': 1 hr, sin olvidar que la hora siempre se referirá a un fruto o
grano de maíz, acompañado de sus tres anteras.
A
B
C
D
E
F
Figura 1. Plano Rector de Teotihuacán mostrando: la Pirámide de la Luna (A); la Plaza de la
Luna (B); la Calzada de los Muertos (C); la Pirámide del Sol (D); la Ciudadela (E) y la planta de
maíz perteneciente a la Raza Cónico (F).
En el Plano Rector de Teotihuacán (Figura 1), La Pirámide del Sol, la Ciudadela (Pirámide de
Quetzalcóatl) y la Pirámide de la Luna, equivalen a las tres anteras de una flor masculina de
maíz, mientras que la Pirámide del Sol representa a una hora o fruto de maíz. El hombre
precolombino también sabía que cuando transcurría una hora de rotación de la Tierra, en la
esfera celeste se recorrían 15 grados de arco, equivalente a 15 días. O sea que en 24 hrs (1
día) se avanzaban 360 días. Para completar los 365.25 días, que dura la traslación, era
necesario agregar 5.25 días = 126 hrs. De donde se deduce que 126 hrs / 24 hrs = 5.25 hrs = (5
hrs + 15'). Esto indica que 1 hr = 15 días + (5 hrs + 15') = 15 días + 5.25 hrs. La fórmula 1 hr =
15 días + (5 hrs + 15') significa que una hora era igual a 15 anteras más cinco frutos de maíz,
más 15 anteras. En esta forma se demostraba que los órganos reproductivos del maíz,
constituían el periodo unitario requerido para computar la evolución del tiempo. Por ejemplo, en
el Cuadro 1 se muestran las primeras seis horas del día, donde se observa que cada dos horas
se completa una lunación (30 días) por lo que, en las seis horas se integran tres lunaciones (90
días). En este momento el Sol se ubicaba en el Trópico de Cáncer; terminaba la Estación de
primavera (solsticio de verano) y en la columna de horas, se acumulaban 30 semillas de maíz
que conformaban la primera hilera de la mazorca.
Cuadro 1. Desarrollo de las primeras seis horas del Día Solar Medio de 24 hrs. Al concluir las 6
hrs. se acumulan 90 días que son equivalentes a tres lunaciones. Este tiempo representa a la
primera Estación del año denominada primavera y concuerda con las 30 hrs., que integran a
una hilera en la mazorca del maíz Cónico.
HRS DIAS HRS MIN DIAS HRS
1 = 15 + ( 5 + 15) = 15 + 5.25
2 = 30 + (10 + 30) = 30 + 10.50
3 = 45 + (15 + 45) = 45 + 15.75
4 = 60 + (20 + 60) = 60 + 21.00
5 = 75 + (25 + 75) = 75 + 26.25
6 = 90 + (30 + 90) = 90 + 31.50
En la Ciudadela, el conjunto de seis horas se expresaba sumando los lados Norte, Oriente y Sur
del cuadrángulo, donde cada lado estaba conformado por dos plataformas superpuestas (Figura
1). En esta misma Figura se aprecia que la planta de maíz mostraba, en su espiga, seis ramas
representando a las primeras seis horas del día. En el Cuadro 2 se consignan cuatro conjuntos
de seis horas, necesarios para completar un día. Cada conjunto equivale a las tres lunaciones
que integran una Estación del año. Este periodo de tiempo, a su vez, coincide con el desarrollo
de 30 hrs o semillas de maíz incluidas en una hilera. De ahí que al finalizar 24 hrs, habrán
transcurrido 12 lunaciones, cuatro Estaciones del año (primavera, verano, otoño e invierno) y se
habrán completado cuatro hileras de maíz. Las 120 hrs, por su lado, corresponden a cinco días
de 24 hrs cada uno y los 360 minutos, a 6 hrs o 0.25 días. Consecuentemente, 360 días + 5
días + 0.25 días, arrojan un total de 365.25 días equivalentes al año Trópico. En la Ciudadela
(Figura 1), los cuatro conjuntos de 6 hrs se expresaban por las cuatro pirámides construidas en
su lado Poniente. De igual manera, en la planta de maíz, los cuatro conjuntos de 6 hrs, se
representaban por las cuatro hojas de maíz que se desarrollan arriba de la mazorca.
Cuadro 2.- Desarrollo del Día Solar Medio de 24 hrs. Al concluir este día, se completan los años
de 360 y 365.25 días. También se totalizan 120 hrs. que conforman cuatro hileras en la
mazorca de maíz Cónico. Estas cuatro hileras corresponden a las cuatro Estaciones del año
denominadas: primavera, verano, otoño e invierno.
HILERAS
DE MAIZ
HRS DIAS HRS MIN DIAS HRS
1 6 = 90 + ( 30 + 90 ) = 90 + 31.5
2 12 = 180 + ( 60 + 180) = 180 + 63.0
3 18 = 270 + ( 90 + 270) = 270 + 94.5
4 24 = 360 + (120 + 360) = 360 + 126.0
En el Cuadro 3, se presenta la información correspondiente a cuatro días, equivalentes a cuatro
años. En este periodo se acumulaban 16 estaciones del año iguales a las 16 hileras de la
mazorca del maíz Cónico. En la columna donde se registran días, ahora cada cinco días
equivalían a cuatro hileras de 30 semillas por hilera. Al finalizar los cuatro años, se acumulaban
16 Estaciones del año o 16 hileras de frutos por mazorca. De igual manera, se agrupaban 1440
días + 21 días que arrojaban un total de 1461 días, equivalentes a cuatro años Trópicos. En la
Ciudadela, las 16 hileras o Estaciones del año, se expresaban por las 15 pirámides edificadas
en los lados Norte, Poniente, Sur y Oriente, más la Pirámide de Quetzalcóatl que se construyó
en el interior de la Ciudadela. En las Pirámides del Sol y de la Luna, cada cuatro hileras de maíz
conformaban un cuerpo cuadrangular. Como en cada pirámide existen cuatro cuerpos
superpuestos, se integraban las 16 Estaciones de los cuatro años o las 16 hileras que debía
poseer la mazorca de maíz. En la planta de maíz, el número 16 se obtenía sumando, de arriba
hacia abajo, las 12 hojas de la planta, más las cuatro, que crecen arriba de la mazorca (Figura
1).
Cuadro 3. Desarrollo de cuatro años de 360 y 365.25 días. Al completarse los cuatro años, se
integran las 16 hileras de la mazorca del maíz Cónico. Estas hileras corresponden a las 16
Estaciones de los cuatro años mencionados.
HILERAS
DE MAIZ
DIAS AÑOS DIAS HRS AÑOS DIAS
4 1 = 1(360) + ( 5 + 6 ) = 1(360) + 5.25
8 2 = 2(360) + (10 + 12) = 2(360) + 10.50
12 3 = 3(360) + (15 + 18) = 3(360) + 15.75
16 4 = 4(360) + (20 + 24) = 4(360) + 21.0
Cuando el hombre inició la domesticación del maíz, hace más de 10000 años, lo primero que
hizo fue conocer, detalladamente, al teocintle o maíz silvestre para elegir las cualidades que le
serían de utilidad y al mismo tiempo, ubicarlo de acuerdo a los movimientos de la Tierra y de la
Luna; después optó por perfeccionar las características del teocintle mejorando, en principio,
sus condiciones ambientales y posteriormente sometiéndolo a un proceso evolutivo, donde
intervinieron factores como la mutación, la selección, la migración, la deriva genética y la
recombinación genética, entre otros. El resultado fue que el maíz, sometido al intenso proceso
de domesticación, aumentó su variabilidad genética en respuesta a la gran diversidad de
ecosistemas que prevalecían en las áreas de cultivo y también, debido al excesivo número de
usos que el hombre derivó de él. Por ejemplo, las plantas de teocintle que son el resultado de la
selección natural, poseen flores masculinas con tres anteras y femeninas con un solo estigma,
igual que en las variedades domesticadas. Las mazorcas de teocintle tienen dos hileras de
frutos, mientras que en el maíz cultivado se desarrollan de ocho a 24 hileras (Wellhausen et al.,
1951). Con la domesticación se ha reducido el número de: espigas, mazorcas y frutos por
planta, pero el número de frutos por mazorca se ha incrementado (Miranda, 1977). Como el
teocintle y el maíz pertenecen a la misma especie, se deduce que el número de hileras por
mazorca varía entre 2 y 24; esta última cifra es semejante a las 24 hrs civiles del Día Solar
Medio o rotación de la Tierra. El paralelismo que existe entre el número de hileras y las 24 hrs
del Día Solar Medio, se debe a que ambos aspectos fueron el resultado de la creatividad del
hombre en su eterno afán por superarse, pero siempre en armonía con la naturaleza, para
brindar mayor estabilidad y sustentabilidad a los organismos domesticados. Tal es el caso de la
Raza Cónico de maíz, que se desarrolló respetando minuciosamente las fórmulas de la
evolución del tiempo. La antigüedad de esta raza es prehistórica, puesto que se han encontrado
huellas de sus mazorcas en un fragmento de lava volcánica, cuyo pasado remoto es
desconocido (Wellhausen et al., 1951). Sin embargo, el perfeccionamiento de esta raza ocurrió
después del descubrimiento de la cerámica, en México, hace unos 3500 años, con el fin de
dedicarla a la manufactura de la tortilla de forma circular. Esta forma, a su vez, se asemeja al
disco del Sol y de Luna, manteniéndose así una gran similitud entre lo terrenal y algunos
aspectos de los astros. La Raza Cónico no fue el único maíz que se desarrolló para elaborar la
tortilla, pero sí fue la raza precursora de los maíces dentados, mejorados en los Valles Altos del
Centro de México, donde también, muchas de sus cualidades quedaron plasmadas en obras
culturales de origen prehispánico. En la actualidad, la Raza Cónico sigue siendo el maíz
preferido por los agricultores, para realizar siembras de temporal en la región mencionada.
También la prefieren los fitomejoradores para desarrollar nuevas y mejores variedades de maíz.
La larga y exitosa vida del maíz Cónico, es consecuencia del amplio y profundo conocimiento
que el hombre precolombino tenía sobre la evolución del tiempo y su influencia en el desarrollo
sustentable de muchos organismos, como fue el caso de esta Raza de maíz.
CONCLUSIONES
De los resultados consignados en este trabajo, se concluye que el hombre precolombino tenía
conocimientos muy profundos relacionados con los movimientos de la Tierra y de la Luna.
También conocía la influencia de dichos movimientos, en la evolución de numerosos
organismos, incluido el maíz. La variación que muestra el maíz, en cuanto al número de hileras
por mazorca (2 a 24), es muy parecida a las 24 hrs del Día Solar Medio o rotación de la Tierra.
Dada la gran importancia que tenía el hecho de mantener congruencia entre el fitomejoramiento
y la evolución del tiempo, se construyeron ciudades o instituciones educativas, donde muchos
de sus edificios y espacios anexos explicaban, con lujo de detalle, la evolución del tiempo y su
relación con la evolución de los organismos. En las Pirámides de Teotihuacán, por ejemplo, se
explica entre otras cosas, el desarrollo de cuatro años de 360 y 365.25 días, a partir de una
hora. Al concluir el periodo de cuatro años, se integra la mazorca de maíz Cónico, caracterizada
por desarrollar 16 hileras, y 30 semillas por hilera. Para completar estas 30 semillas debían
transcurrir tres lunaciones equivalentes a una Estación del año; por lo que en un año se
integraban cuatro hileras o cuatro Estaciones (primavera, verano, otoño e invierno) y en cuatro
años, 16 hileras o 16 Estaciones del año. Lo anterior indica que el arquetipo de la Raza Cónico
de maíz tiene mucha similitud con el Plano Rector de Teotihuacán. Esto ejemplifica la estrecha
relación que el hombre prehispánico mantenía en el aspecto agronómico, el astronómico y el
cultural. Esta actitud del quehacer humano fortalecía la armonía con la naturaleza, robustecía la
productividad sustentable y mejoraba el bienestar social.
LITERATURA CITADA
Ascherson, P. 1880. Bermenkungen über ästingen Miaskolben. Bat. Ver. Prov. Bran. 21: 133-
138.
Barghoorn, E. S., M. K. Wolfe and K. H. Clisby. 1954. Fossil Maize from the Valley of Mexico.
Bot. Mus. Leaf. Harvard Univ. 16:229-240.
Goodman, M. M. 1976 Maize Zea mays (Gramineae maydeae). In Simmonds, N.W (ed) Genetic
Resources in Plants. Longman. London and N. Y. pp. 37 -41.
Harlan, J. R. 1970. Evolution of cultivated plants. In Frankel, O. H. and E. Bennett (eds). Genetic
Resources in Plants - Their Exploration and Conservation. I. B. P. Handbook No. 11. Blackwell
Set. Pub. Oxford and Edinburg. pp. 19-32.
Kato T., A. Y. 1984. Chromosome morphology and the origin of Maize and its Races.
Evolutionary Biology 17: 219-253.
Lanham, D. C. 1940. The inheritance of intergeneric differences in Zea euchlaena hybrids.
Genetics 25: 88 -117.
Longley, A. E. 1941. Chromosome morphology in maize and its relatives. Botanical Review 7:
263-289.
Mangelsdorf, P.C. 1960. Reconstructing the Ancestor of Corn. The Smithsonian Report for 1959.
pp. 495-507.
Mc Clintock B., T., A. Y. Kato y A. Blumenschein. 1981. Constitución cromosómica de las razas
de maíz. Talleres de Cacelin Impresores. México 8, D. F.
Mc Neish, R. S. 1964. Ancient Mesoamerican Civilization. Science 143: 531-537.
Miranda C., S. 1966. Discusión sobre el origen y la evolución del Maíz. Memorias del Segundo
Congreso Nacional de Fitogenética. SOMEFI, A. C. pp. 233-251.
Miranda C., S. 1977. Evolución de cuatro caracteres de maíz (Zea mays L.) .Agrocienca 1(2):
99-109.
Wellhausen, E. J., L. M. Roberts y E. Hernández X. 1957. Razas de maíz en México. Oficina de
Estudios Especiales S. A. G. México, D. F. 237 p.
Wilkes, H. G. 1967. Teosinte: The Closest Relative of Maize. The Bussey Institution of Harvard
University. 158 p.

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2 el maiz en la prehistoria

  • 1. EL MAIZ, REFLEJO DE LA EVOLUCION DEL TIEMPO Salvador Miranda Colín1 RESUMEN El maíz es una planta monoica que desarrolla flores masculinas en la espiga y femeninas, en el jilote o mazorca. En cada flor masculina, se desarrollan tres anteras y en cada femenina, un estigma, generando una relación de 3:1. En la evolución del tiempo, la relación 3:1 significa que se requieren tres días (3 anteras) para que se complete una hora (un fruto de maíz). De ahí que las flores de maíz, que son el resultado de la selección natural, integren una de las unidades requeridas para explicar la evolución del tiempo. Los materiales utilizados en esta investigación fueron: a) La Raza Cónico de maíz, caracterizada por desarrollar mazorca de 16 hileras y 30 semillas por hilera; b) El Plano Rector de Teotihuacán, en donde se expresa, entre otros muchos aspectos, el origen y la evolución del tiempo requerido para completar cuatro años de 360 y 365.25 días. Los resultados obtenidos en esta investigación indican que, el hombre prehispánico tenía conocimientos muy precisos sobre los movimientos de rotación y traslación de la Tierra, lo mismo que el movimiento de traslación de la Luna. Estos movimientos, expresados en tiempo, fueron plasmados en las construcciones de Teotihuacán, con el fin de darlos a conocer al hombre y mostrar la forma de cómo se debían aplicar en el mejoramiento genético del maíz. Por ejemplo, en el desarrollo de la Raza Cónico, se requerían tres lunaciones de 30 días cada una, para completar las 30 semillas de una hilera. Las tres lunaciones integraban una Estación del año, por lo que la primera Estación (primavera), coincidía con el solsticio de verano; las siguientes tres hileras de maíz coincidían con: El equinoccio de otoño, el solsticio de invierno y el equinoccio de primavera, completándose así un año y simultáneamente, cuatro hileras de la mazorca de maíz Cónico. Al repetir el año cuatro veces, se generaban 16 Estaciones que correspondían a las 16 hileras de la mazorca de maíz. La congruencia que existía entre el desarrollo del arquetipo de la Raza Cónico de maíz y la evolución del tiempo, enfatiza el enorme interés que el hombre tenía por mantener una profunda y puntal armonía entre las actividades agronómicas, los aspectos astronómicos y el desarrollo cultural. Esta forma de ver y hacer las cosas, le permitía conservar un equilibrio sustentable y permanente con la naturaleza, lo cual le redituaba muy buena salud y bienestar social, en el corto, mediano y largo plazos. PALABRAS CLAVE: Fitomejoramiento precolombino INTRODUCCION Todas las civilizaciones antiguas mostraron respeto y admiración por los movimientos de la Tierra, de la Luna, del Sol y de otros astros. Con el advenimiento de la agricultura se fortaleció la agronomía, o sean todas aquellas actividades relacionadas con el conocimiento de las plantas cultivadas y su producción; de igual manera, se ampliaron y profundizaron los conocimientos astronómicos, los cuales están relacionados con la ubicación, movimiento y naturaleza de los astros. El inicio de la domesticación del maíz es prácticamente prehistórico. En el Valle de México se han encontrado granos de maíz en estado fósil, a los cuales se les atribuye una antigüedad de 60000 a 80000 años (Barghoorn et al., 1954; Mangelsdorf, 1960). Estos investigadores subrayan que los granos de polen mencionados pertenecen al maíz domesticado (Zea mays) y no al teocintle, el cual es el ancestro del maíz referido (Ascherson, 1 Colegio de Postgraduados; smiranda@colpos.mx
  • 2. 1880; Lanham, 1940; Longley, 1941; Miranda, 1966; Harlan, 1970; Mc Clintock et al., 1981). Si la antigüedad del polen aludido es correcta, entonces el maíz ya se estaba cultivando en los márgenes de los lagos del Valle de México, hace por lo menos 60000 años a. P. En el Valle de Tehuacán, Puebla, también se han encontrado restos de maíz domesticado a los cuales se les atribuye una antigüedad de 6600 años a. P. (Mc Neish, 1964); de igual forma, se han hallado restos de maíz cultivado en la Cueva del Murciélago, Nuevo México, E. U. A., cuya antigüedad se remonta a 5600 años a. P. (Mangelsdorf, 1960). Los datos anteriores indican que la domesticación del maíz, en América del Norte, tiene una antigüedad que va más allá de los 10000 años antes del presente. En la actualidad el teocintle diploide o maíz silvestre (Zea mays), crece en forma natural en el Occidente y Sur de México, lo mismo que en Guatemala y Honduras (Miranda, 1966). Este tipo de maíz, al igual que el domesticado, han estado sometidos a un constante proceso evolutivo para irse readaptando a las nuevas condiciones ambientales que se van presentando en los ecosistemas donde crecen; de ahí que actualmente el teocintle diploide incluya, en su variabilidad genética, por lo menos seis subespecies o razas (Wilkes, 1967), mientras que en el maíz cultivado ya se han descrito más de 250 (Goodman, 1976). De acuerdo con información citológica obtenida por Mc Clintock et al. (1981), en donde se hace alusión al número y posición de los nudos cromosómicos, el teocintle de Guatemala se caracteriza por tener un número reducido de nudos, y todos ellos con ubicación terminal en los brazos de los cromosomas; en cambio los teocintles de México se distinguen, de los de Guatemala, por poseer un número mayor de nudos cromosómicos; estos son principalmente intercalarios y, además, tienen el cromosoma 10 anormal y el cromosoma tipo B. Al comparar los nudos cromosómicos del teocintle con los del maíz, se llegó a la conclusión de que este último se empezó a domesticar a partir del teocintle mexicano y no del guatemalteco (Mc Clintock et al., 1981), ya que en el maíz cultivado también puede existir un alto número de nudos cromosómicos, la mayor parte de ellos son intercalarios y en el maíz también se presenta el cromosoma 10 anormal y el cromosoma B. Una vez establecido el origen del maíz a partir del teocintle mexicano, Kato (1984) postula diferentes centros de domesticación y a partir de estos, se inicia la migración de germoplasma hacia otras localidades; por ejemplo: las rutas Centro- Norte y Centro-Noroeste de México, se caracterizan por la distribución del nudo mediano 1, ubicado en el brazo largo del cromosoma 6. El centro de origen de este nudo se ubica en las tierras altas del Centro de México y se le encuentra en las razas de maíz: Cónico, Palomero Toluqueño, Arrocillo y Chalqueño, las cuales, a su vez, son típicas de la Mesa Central de México. De esta área el nudo cromosómico mencionado emigró hacia el Norte, hasta alcanzar la frontera con los Estados Unidos de América y fue dispersado principalmente por la raza Cónico; de igual forma, emigró hacia el Occidente de México, hasta llegar a los actuales Estados de Jalisco y Michoacán y de ahí siguió por la vertiente del Océano Pacifico, hasta arribar al Occidente de los Estados Unidos de América. Asimismo, del Centro o del Occidente de México, se desplazó hacia el Sur hasta llegar a Honduras y de ahí fue trasladado a Venezuela o Colombia, distribuyéndose, después, en el Noreste de América del Sur. La información que se ha rescatado hasta ahora, demuestra que el hombre precolombino conocía detalladamente los movimientos de rotación y traslación de la Tierra, lo mismo que la traslación de la Luna. De ahí que el objetivo del presente trabajo sea demostrar que, en la época precolombina, predominó la congruencia entre las formas de domesticar el maíz y la evolución del tiempo. MATERIALES Y METODOS La Raza Cónico de maíz, a la cual nos referiremos en este trabajo, fue descrita por Wellhausen et al. (1951), quienes indican que se trata de una raza mestiza prehistórica; su nombre lo deriva de la forma cónica de su mazorca; crece entre los 2200 y 2800 m. de altitud y actualmente todavía es el maíz más importante, para las siembras de temporal, en los Estados de México,
  • 3. Tlaxcala, Puebla y parte de Hidalgo, Veracruz, Michoacán, Jalisco y hacia el Norte a través de Querétaro, Guanajuato y Zacatecas. El Cónico es un maíz blando y dentado, que resultó de la hibridación entre el Palomero Toluqueño (maíz duro y reventador) y el Cacahuacintle (maíz blando y harinoso). Según Wellhausen et al. (1951), la planta de la Raza Cónico tiene espigas con cinco o seis ramificaciones; posee un promedio de 12 hojas, ocho de las cuales se ubican abajo de la mazorca; ésta, muestra 16 hileras y es de forma cónica; en tanto que la planta dura 90 días para la antesis, lo cual indica que el ciclo biológico puede prolongarse hasta 180 días. Otro de los materiales utilizados fue el Plano Rector de Teotihuacán. Comparando la morfología de la planta de maíz, de la Raza Cónico, con el Plano Rector mencionado, se observa que ambos tienen gran similitud en varios aspectos (Figura 1). Por ejemplo: La Calzada de los Muertos representa al tallo principal de la planta de maíz, con la espiga ubicada en el complejo Plaza-Pirámide de la Luna. La Pirámide del Sol equivale a la mazorca cónica de maíz donde sobresalen 16 hileras; esta cifra es igual al producto de multiplicar cuatro cuerpos de la pirámide por sus cuatro lados. La Pirámide del Sol está ubicada en el nivel ocho de la Calzada de los Muertos, empezando a contar de abajo hacia arriba y desde el nivel que está enfrente a la Ciudadela; en la planta del maíz Cónico, la mazorca surge justamente en el octavo nudo, contando de abajo hacia arriba. El Río San Juan, por su parte, representa el nivel del suelo donde se siembra el maíz; mientras que la Ciudadela imita a la semilla del maíz después de haberse depositado en el orificio del terreno y tapado con la tierra correspondiente (Figura 1). Los métodos utilizados en esta investigación se refieren a las fórmulas del tiempo utilizadas para ajustar los movimientos de rotación y traslación de la Tierra, lo mismo que la traslación de la Luna. Los tres tipos de movimiento son permanentes y ocurren simultáneamente, por lo que su registro también debe ser sincrónico, como se consigna en el Capítulo siguiente. RESULTADOS Y DISCUSION En la rotación de la Tierra, seis horas de 60 minutos cada una, totalizan 360 minutos. Para ajustar el movimiento de traslación, se deben adicionar (5'+15'') = 5.25 minutos, lográndose un total de 365.25' = 6 hrs + 5.25’. Esto indica que en un día de 24 hrs se deben añadir 21 minutos y en tres días, 63 minutos. Los 63 minutos se pueden reagrupar en 60' + 3 ' = 1 hr + 3’. Lo anterior muestra que se requieren tres días para generar 1 hr + 3'. Por otro lado, se debe señalar que el maíz es una planta monoica donde el sexo masculino se ubica en la espiga y el femenino en la mazorca. A cada flor masculina le corresponden tres anteras y a cada femenina, un estigma, indicando que tres anteras corresponden a un fruto de maíz. Esta relación de 3:1 también indica que 3 días: 1 hr ó 3': 1 hr, sin olvidar que la hora siempre se referirá a un fruto o grano de maíz, acompañado de sus tres anteras.
  • 5. Figura 1. Plano Rector de Teotihuacán mostrando: la Pirámide de la Luna (A); la Plaza de la Luna (B); la Calzada de los Muertos (C); la Pirámide del Sol (D); la Ciudadela (E) y la planta de maíz perteneciente a la Raza Cónico (F). En el Plano Rector de Teotihuacán (Figura 1), La Pirámide del Sol, la Ciudadela (Pirámide de Quetzalcóatl) y la Pirámide de la Luna, equivalen a las tres anteras de una flor masculina de maíz, mientras que la Pirámide del Sol representa a una hora o fruto de maíz. El hombre precolombino también sabía que cuando transcurría una hora de rotación de la Tierra, en la esfera celeste se recorrían 15 grados de arco, equivalente a 15 días. O sea que en 24 hrs (1 día) se avanzaban 360 días. Para completar los 365.25 días, que dura la traslación, era necesario agregar 5.25 días = 126 hrs. De donde se deduce que 126 hrs / 24 hrs = 5.25 hrs = (5 hrs + 15'). Esto indica que 1 hr = 15 días + (5 hrs + 15') = 15 días + 5.25 hrs. La fórmula 1 hr = 15 días + (5 hrs + 15') significa que una hora era igual a 15 anteras más cinco frutos de maíz, más 15 anteras. En esta forma se demostraba que los órganos reproductivos del maíz, constituían el periodo unitario requerido para computar la evolución del tiempo. Por ejemplo, en el Cuadro 1 se muestran las primeras seis horas del día, donde se observa que cada dos horas se completa una lunación (30 días) por lo que, en las seis horas se integran tres lunaciones (90 días). En este momento el Sol se ubicaba en el Trópico de Cáncer; terminaba la Estación de primavera (solsticio de verano) y en la columna de horas, se acumulaban 30 semillas de maíz que conformaban la primera hilera de la mazorca. Cuadro 1. Desarrollo de las primeras seis horas del Día Solar Medio de 24 hrs. Al concluir las 6 hrs. se acumulan 90 días que son equivalentes a tres lunaciones. Este tiempo representa a la primera Estación del año denominada primavera y concuerda con las 30 hrs., que integran a una hilera en la mazorca del maíz Cónico. HRS DIAS HRS MIN DIAS HRS 1 = 15 + ( 5 + 15) = 15 + 5.25 2 = 30 + (10 + 30) = 30 + 10.50 3 = 45 + (15 + 45) = 45 + 15.75 4 = 60 + (20 + 60) = 60 + 21.00 5 = 75 + (25 + 75) = 75 + 26.25 6 = 90 + (30 + 90) = 90 + 31.50 En la Ciudadela, el conjunto de seis horas se expresaba sumando los lados Norte, Oriente y Sur del cuadrángulo, donde cada lado estaba conformado por dos plataformas superpuestas (Figura 1). En esta misma Figura se aprecia que la planta de maíz mostraba, en su espiga, seis ramas representando a las primeras seis horas del día. En el Cuadro 2 se consignan cuatro conjuntos de seis horas, necesarios para completar un día. Cada conjunto equivale a las tres lunaciones que integran una Estación del año. Este periodo de tiempo, a su vez, coincide con el desarrollo de 30 hrs o semillas de maíz incluidas en una hilera. De ahí que al finalizar 24 hrs, habrán transcurrido 12 lunaciones, cuatro Estaciones del año (primavera, verano, otoño e invierno) y se habrán completado cuatro hileras de maíz. Las 120 hrs, por su lado, corresponden a cinco días de 24 hrs cada uno y los 360 minutos, a 6 hrs o 0.25 días. Consecuentemente, 360 días + 5 días + 0.25 días, arrojan un total de 365.25 días equivalentes al año Trópico. En la Ciudadela (Figura 1), los cuatro conjuntos de 6 hrs se expresaban por las cuatro pirámides construidas en su lado Poniente. De igual manera, en la planta de maíz, los cuatro conjuntos de 6 hrs, se representaban por las cuatro hojas de maíz que se desarrollan arriba de la mazorca.
  • 6. Cuadro 2.- Desarrollo del Día Solar Medio de 24 hrs. Al concluir este día, se completan los años de 360 y 365.25 días. También se totalizan 120 hrs. que conforman cuatro hileras en la mazorca de maíz Cónico. Estas cuatro hileras corresponden a las cuatro Estaciones del año denominadas: primavera, verano, otoño e invierno. HILERAS DE MAIZ HRS DIAS HRS MIN DIAS HRS 1 6 = 90 + ( 30 + 90 ) = 90 + 31.5 2 12 = 180 + ( 60 + 180) = 180 + 63.0 3 18 = 270 + ( 90 + 270) = 270 + 94.5 4 24 = 360 + (120 + 360) = 360 + 126.0 En el Cuadro 3, se presenta la información correspondiente a cuatro días, equivalentes a cuatro años. En este periodo se acumulaban 16 estaciones del año iguales a las 16 hileras de la mazorca del maíz Cónico. En la columna donde se registran días, ahora cada cinco días equivalían a cuatro hileras de 30 semillas por hilera. Al finalizar los cuatro años, se acumulaban 16 Estaciones del año o 16 hileras de frutos por mazorca. De igual manera, se agrupaban 1440 días + 21 días que arrojaban un total de 1461 días, equivalentes a cuatro años Trópicos. En la Ciudadela, las 16 hileras o Estaciones del año, se expresaban por las 15 pirámides edificadas en los lados Norte, Poniente, Sur y Oriente, más la Pirámide de Quetzalcóatl que se construyó en el interior de la Ciudadela. En las Pirámides del Sol y de la Luna, cada cuatro hileras de maíz conformaban un cuerpo cuadrangular. Como en cada pirámide existen cuatro cuerpos superpuestos, se integraban las 16 Estaciones de los cuatro años o las 16 hileras que debía poseer la mazorca de maíz. En la planta de maíz, el número 16 se obtenía sumando, de arriba hacia abajo, las 12 hojas de la planta, más las cuatro, que crecen arriba de la mazorca (Figura 1). Cuadro 3. Desarrollo de cuatro años de 360 y 365.25 días. Al completarse los cuatro años, se integran las 16 hileras de la mazorca del maíz Cónico. Estas hileras corresponden a las 16 Estaciones de los cuatro años mencionados. HILERAS DE MAIZ DIAS AÑOS DIAS HRS AÑOS DIAS 4 1 = 1(360) + ( 5 + 6 ) = 1(360) + 5.25 8 2 = 2(360) + (10 + 12) = 2(360) + 10.50 12 3 = 3(360) + (15 + 18) = 3(360) + 15.75 16 4 = 4(360) + (20 + 24) = 4(360) + 21.0 Cuando el hombre inició la domesticación del maíz, hace más de 10000 años, lo primero que hizo fue conocer, detalladamente, al teocintle o maíz silvestre para elegir las cualidades que le serían de utilidad y al mismo tiempo, ubicarlo de acuerdo a los movimientos de la Tierra y de la Luna; después optó por perfeccionar las características del teocintle mejorando, en principio, sus condiciones ambientales y posteriormente sometiéndolo a un proceso evolutivo, donde intervinieron factores como la mutación, la selección, la migración, la deriva genética y la recombinación genética, entre otros. El resultado fue que el maíz, sometido al intenso proceso de domesticación, aumentó su variabilidad genética en respuesta a la gran diversidad de ecosistemas que prevalecían en las áreas de cultivo y también, debido al excesivo número de usos que el hombre derivó de él. Por ejemplo, las plantas de teocintle que son el resultado de la selección natural, poseen flores masculinas con tres anteras y femeninas con un solo estigma, igual que en las variedades domesticadas. Las mazorcas de teocintle tienen dos hileras de frutos, mientras que en el maíz cultivado se desarrollan de ocho a 24 hileras (Wellhausen et al.,
  • 7. 1951). Con la domesticación se ha reducido el número de: espigas, mazorcas y frutos por planta, pero el número de frutos por mazorca se ha incrementado (Miranda, 1977). Como el teocintle y el maíz pertenecen a la misma especie, se deduce que el número de hileras por mazorca varía entre 2 y 24; esta última cifra es semejante a las 24 hrs civiles del Día Solar Medio o rotación de la Tierra. El paralelismo que existe entre el número de hileras y las 24 hrs del Día Solar Medio, se debe a que ambos aspectos fueron el resultado de la creatividad del hombre en su eterno afán por superarse, pero siempre en armonía con la naturaleza, para brindar mayor estabilidad y sustentabilidad a los organismos domesticados. Tal es el caso de la Raza Cónico de maíz, que se desarrolló respetando minuciosamente las fórmulas de la evolución del tiempo. La antigüedad de esta raza es prehistórica, puesto que se han encontrado huellas de sus mazorcas en un fragmento de lava volcánica, cuyo pasado remoto es desconocido (Wellhausen et al., 1951). Sin embargo, el perfeccionamiento de esta raza ocurrió después del descubrimiento de la cerámica, en México, hace unos 3500 años, con el fin de dedicarla a la manufactura de la tortilla de forma circular. Esta forma, a su vez, se asemeja al disco del Sol y de Luna, manteniéndose así una gran similitud entre lo terrenal y algunos aspectos de los astros. La Raza Cónico no fue el único maíz que se desarrolló para elaborar la tortilla, pero sí fue la raza precursora de los maíces dentados, mejorados en los Valles Altos del Centro de México, donde también, muchas de sus cualidades quedaron plasmadas en obras culturales de origen prehispánico. En la actualidad, la Raza Cónico sigue siendo el maíz preferido por los agricultores, para realizar siembras de temporal en la región mencionada. También la prefieren los fitomejoradores para desarrollar nuevas y mejores variedades de maíz. La larga y exitosa vida del maíz Cónico, es consecuencia del amplio y profundo conocimiento que el hombre precolombino tenía sobre la evolución del tiempo y su influencia en el desarrollo sustentable de muchos organismos, como fue el caso de esta Raza de maíz. CONCLUSIONES De los resultados consignados en este trabajo, se concluye que el hombre precolombino tenía conocimientos muy profundos relacionados con los movimientos de la Tierra y de la Luna. También conocía la influencia de dichos movimientos, en la evolución de numerosos organismos, incluido el maíz. La variación que muestra el maíz, en cuanto al número de hileras por mazorca (2 a 24), es muy parecida a las 24 hrs del Día Solar Medio o rotación de la Tierra. Dada la gran importancia que tenía el hecho de mantener congruencia entre el fitomejoramiento y la evolución del tiempo, se construyeron ciudades o instituciones educativas, donde muchos de sus edificios y espacios anexos explicaban, con lujo de detalle, la evolución del tiempo y su relación con la evolución de los organismos. En las Pirámides de Teotihuacán, por ejemplo, se explica entre otras cosas, el desarrollo de cuatro años de 360 y 365.25 días, a partir de una hora. Al concluir el periodo de cuatro años, se integra la mazorca de maíz Cónico, caracterizada por desarrollar 16 hileras, y 30 semillas por hilera. Para completar estas 30 semillas debían transcurrir tres lunaciones equivalentes a una Estación del año; por lo que en un año se integraban cuatro hileras o cuatro Estaciones (primavera, verano, otoño e invierno) y en cuatro años, 16 hileras o 16 Estaciones del año. Lo anterior indica que el arquetipo de la Raza Cónico de maíz tiene mucha similitud con el Plano Rector de Teotihuacán. Esto ejemplifica la estrecha relación que el hombre prehispánico mantenía en el aspecto agronómico, el astronómico y el cultural. Esta actitud del quehacer humano fortalecía la armonía con la naturaleza, robustecía la productividad sustentable y mejoraba el bienestar social.
  • 8. LITERATURA CITADA Ascherson, P. 1880. Bermenkungen über ästingen Miaskolben. Bat. Ver. Prov. Bran. 21: 133- 138. Barghoorn, E. S., M. K. Wolfe and K. H. Clisby. 1954. Fossil Maize from the Valley of Mexico. Bot. Mus. Leaf. Harvard Univ. 16:229-240. Goodman, M. M. 1976 Maize Zea mays (Gramineae maydeae). In Simmonds, N.W (ed) Genetic Resources in Plants. Longman. London and N. Y. pp. 37 -41. Harlan, J. R. 1970. Evolution of cultivated plants. In Frankel, O. H. and E. Bennett (eds). Genetic Resources in Plants - Their Exploration and Conservation. I. B. P. Handbook No. 11. Blackwell Set. Pub. Oxford and Edinburg. pp. 19-32. Kato T., A. Y. 1984. Chromosome morphology and the origin of Maize and its Races. Evolutionary Biology 17: 219-253. Lanham, D. C. 1940. The inheritance of intergeneric differences in Zea euchlaena hybrids. Genetics 25: 88 -117. Longley, A. E. 1941. Chromosome morphology in maize and its relatives. Botanical Review 7: 263-289. Mangelsdorf, P.C. 1960. Reconstructing the Ancestor of Corn. The Smithsonian Report for 1959. pp. 495-507. Mc Clintock B., T., A. Y. Kato y A. Blumenschein. 1981. Constitución cromosómica de las razas de maíz. Talleres de Cacelin Impresores. México 8, D. F. Mc Neish, R. S. 1964. Ancient Mesoamerican Civilization. Science 143: 531-537. Miranda C., S. 1966. Discusión sobre el origen y la evolución del Maíz. Memorias del Segundo Congreso Nacional de Fitogenética. SOMEFI, A. C. pp. 233-251. Miranda C., S. 1977. Evolución de cuatro caracteres de maíz (Zea mays L.) .Agrocienca 1(2): 99-109. Wellhausen, E. J., L. M. Roberts y E. Hernández X. 1957. Razas de maíz en México. Oficina de Estudios Especiales S. A. G. México, D. F. 237 p. Wilkes, H. G. 1967. Teosinte: The Closest Relative of Maize. The Bussey Institution of Harvard University. 158 p.