La maldad en los ojos de una mujer es descrita como un puñal en el corazón del hablante. El hablante se siente subyugado por la belleza de la mujer pero también herido por su desprecio. Aunque el hablante le dio rosas, la mujer ya no lo mira ni cruza miradas con él. El hablante se fue lejos para no sentir más, pero su corazón se endureció y sigue sintiendo la decepción.
2. No hay nada más lindo que la maldad en tus ojos de mujer. Ese puñal sobre mi corazón
que se consume y se derrite al ver su belleza. Ese modo de subyugarme a tu encanto
inmaculado. La raíz de la inclemencia que me mata y me da vida. El vengativo amor
que se destierra de mi esperanza. La parcela de un ayer en que me tuviste en cuenta. El
ver el puñal de tu deprecio sobre mi pecho innecesario ya para vos. Las rosas que te di
no son arma para pinchar tu corazón. El roce de tu cuerpo es el filo de un tiempo en que
fuiste mía o lo soñé acaso. Innecesaria tregua la de no vernos en este tiempo mortífero
para mí. Y nuestros ojos ya no se cruzan. Se desvían al presentir lo que no ha de ser. Sé
que tu fe en los hombres es tan poca como la que depositas en mí. Cadalso de un dolor
del que fui parte. Errabundo me fui como buscando lamer el pasado. Y mordiendo una
esperanza me confundí aun más. Belleza la de la maldad que me azota desde tus ojos. Y
las paredes me acorralan cuando no puedo ya ver aunque mas no sea tu odio que fue
amor alguna vez. O será que mis palabras hirieron tu desdicha. Y mi sed de una mujer
buscó un nido en otro rincón. Lejos de la morada de tus brazos. Y de la ternura de tu
voz. Allá me fui para no volver a sentir. Y fui imposible a las miradas de otras. E
inaccesible jamás me llegó el encanto de otro dolor. Impenetrable mi corazón se
endureció. Caído del cielo el ruido de los ayéres me presagiaban el mal de la desazón.
Bicho raro que indeleble y segregado se escapa y se esconde del sentir lo que ya no
puede más que irse sin pronunciar su tribulación. Alta es la costumbre de caer de
rodillas y ver rodar la decepción. Canción que sin letra de una boca que no se expide y
un sentir que no puede más.