El abuso sexual infantil puede ser cometido por personas de cualquier clase social, nivel educativo, género u orientación sexual. Aunque la mayoría de abusadores son hombres de mediana edad cercanos a la víctima, un 14% son mujeres y un 20-50% empezaron a abusar cuando eran menores de edad. Muchos abusadores fueron también víctimas de abuso durante su infancia. Además, los abusadores suelen integrarse bien en la sociedad y ser conscientes de que lo que hacen es un delito.

1. Un/a abusador/a puede pertenecer a cualquier
clase social, vivir en un medio rural o urbano,
tener cualquier nivel educacional, profesión,
raza, religión, género, orientación sexual y
estado civil. Lo que nos viene a indicar que los
abusadores sexuales no constituyen un grupo
homogéneo por lo que no existe un perfil
definido de la persona que abusa sexualmente
de menores. A pesar de ello, podemos resaltar
que la mayoría son varones de mediana edad,
sin ningún trastorno mental grave y cercanos al
contexto de la víctima (conocidos de la familia,
vecinos, familiares, etc.). También se ha conocido que un 14% son mujeres, las cuales han
podido pasar desapercibidas durante más tiempo porque pueden enmascarar los contactos
sexuales inapropiados a través de actividades tales como bañar, vestir o dormir con el niño/a.
Diversos estudios2 indican que un 20% de las personas abusadoras son menores de edad y que
el 50% de las personas agresoras adultas llevaron a cabo su primer abuso antes de la mayoría
de edad. Además, un 40% de adultos que han abusado de niños/as, fueron también víctima de
abusos sexuales durante su infancia.
Otro aspecto a tener en cuenta es que la persona abusadora suele estar integrada en la
sociedad y es consciente del delito.
ABUSO SEXUAL INFANTIL
Normalmente, al ver en los medios de comunicación reportajes sobre el abuso sexual,
tendemos a pensar que estos hechos son cometidos por personas gravemente perturbadas y
aconsejamos a los niños/as que desconfíen de extraños. Pero lamentablemente, la realidad no
es esa y demuestra que la mayoría de los abusos sexuales son cometidos por personas
conocidas, consideradas dignas de confianza y
con una apariencia de normalidad.