1. Amando a nuestros hijos adultos Lectura: 1 Corintios 13 "Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor“ — 1 Corintios 13:3
2. La comediante Henny Youngman solía decir: "Tengo dos hijos maravillosos- y dos de cinco no es malo“. Cuando los hijos llegan a la edad adulta, la mayoría de los padres tienen una opinión acerca de cómo han "resultado" ser sus hijos. Algunos están orgullosos de todo lo que han hecho sus hijos, mientras que otros padres expresan recelos o decepción acerca de las elecciones que han hecho. ¿Cómo podemos continuar con un papel positivo al criar a nuestros hijos después de que las aves han dejado nuestro nido?. En 1 Corintios 13, a menudo llamado "el capítulo del amor" de la Biblia, Pablo escribe que los dones más grandes de hablar, entender y el servicio con sacrificio no valen nada sin amor (vv. 1-3). El amor en sí es el cimiento para un comportamiento encantador, y su influencia jamás cesa. "El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser" (vv. 4-8). Si bien nuestros hijos ya no buscan nuestro consejo, siguen valorando nuestro amor. En cada etapa de la crianza, lo que cuenta no es sólo lo que decimos sino lo que hacemos.
4. Lectura Bíblica: 1 Corintios 13 La preeminencia del amor 1 Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. 2 Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. 3 Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve. 4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; 5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; 6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. 7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 8 El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. 9 Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; 10 mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará. 11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño. 12 Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido. 13 Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor. Reina Valera Revisada (1960). 1998 (electrónica ed.) . Sociedades Bíblicas Unidas: Miami
5. Biblia del diario vivir . 13.1ss En el capítulo 12 Pablo da evidencias de la pérdida de amor de los corintios, en este capítulo explica lo que es el verdadero amor, y en el 14 muestra cómo obra el amor. El amor es más importante que todos los dones espirituales ejercitados en el cuerpo de la iglesia. La fe sobresaliente y el poder para lograr milagros producen muy poco sin el amor. El amor logra que nuestras acciones y dones sean útiles. Aunque las personas tengan dones diferentes, el amor está disponible a todos. 13.4-7 Nuestra sociedad confunde amor con sensualidad. A diferencia de la sensualidad, el tipo de amor de Dios es canalizado hacia otros, no hacia nosotros mismos, lo que es egoísmo. Esta clase de amor va en contra de nuestras inclinaciones naturales. Es posible practicar este amor sólo si Dios nos ayuda a poner a un lado nuestros deseos e instintos, al grado que podemos dar amor sin esperar nada en cambio. Cuanto más nos parezcamos a Cristo, más amor brindaremos a los demás .