1. Título: “Un lugar en el mundo”
Dirección: Adolfo Aristarain
Género: Drama
Duración: 120 minutos
Año: 1991
Actores: Federico Luppi, Cecilia Roth, José Sacristán.
El título “Un lugar en el mundo” no solo se refiere a aquel pueblito perdido en
medio de las sierras donde se desarrolla la película, sino también se refiere a
aquel lugar que buscamos durante toda nuestra vida y que nos es muy difícil
encontrar. Aquel lugar que una vez que estemos allí, no lo vamos a querer
dejar nunca más.
la trama cuenta de un chico llamado Ernesto, un joven estudiante de Buenos
Aires, visita el pueblo donde pasó su niñez y comienza a recordar los hechos
que marcaron su vida a la edad de 11 años. Mario y Ana, sus padres, manejan
la cooperativa en el pueblo que, a pesar de los difíciles momentos que pasan,
logran mantenerla estable. Un día llega Hanz, un geólogo español,
supuestamente en busca de petróleo. Ernesto y Hanz no tardan en amigarse y
aprenden varias cosas el uno del otro. Mientras tanto, Andrada, un poderoso
terrateniente, trata de convencer a los campesinos de la zona para que vendan
sus terrenos. Mario, como buen socialista, les pide a éstos que resistan. Él
sabe que ese es su lugar y lo único que lo podrá separar de él es la muerte.
Primero el fuerte contenido social en la caracterización de los personajes. A
pesar de contar con una trama muy interesante y real, cuenta las utopías
frustradas, la opresión, las dictaduras, el valor de la familia y la reconstrucción
del país. Segundo, su simplicidad de recursos.
Los personajes son únicos, cada uno representa un tipo de pensamiento, un
ideal, una forma de vida distinta. Son muy idealistas para ser reales, pero
convencen igual.
2. “Un lugar...” es un filme que, después de doce años, sigue sorprendiendo por
su actualidad, por su compromiso con la reconstrucción de un país devastado
por una cruel dictadura militar y por un capitalismo feroz que apremia a los
poderosos y somete a los trabajadores. También es destacable su capacidad
de conmover con una historia tan real que trasciende las fronteras, ya que la
película también tuvo rotundo éxito en Latinoamérica, España y Estados
Unidos.
Al final, la película nos hace reflexionar acerca de nuestro propio lugar en el
mundo, de nuestros ideales, de nuestras utopías, cosas sin las cuales la vida
no tiene sentido. Considero que se trata de un filme que, a pesar de su
simplicidad estética y narrativa, goza de una profundidad y una vigencia que lo
hacen absolutamente recomendable para cualquier persona.