2. Está caracterizada por el deseo
insaciable de beber dicha
sustancia, pérdida de control
para no seguir bebiendo
después que se comienza,
adicción física o aparición de
síntomas después de la
abstinencia, y tolerancia o
necesidad de aumentar la
cantidad de alcohol ingerido.
3. Tener que beber más para
conseguir los mismos
efectos desarrollando
ciertas conductas que
prolonga la cantidad de la
bebida que se ingiere.
4. La composición química del
alcohol hace que se afecte
todas las células del cuerpo
incluyendo las del sistema
nervioso central. En el cerebro,
el alcohol interactúa con centros
que se encargan del placer y las
emociones deseables; luego del
contacto permanente del alcohol
con el cerebro, este se adapta a
las diferentes sensaciones
producidas y es cuando se
vuelve dependiente de este.
5. Se da en el estado de
embriaguez porque
cuando el alcohol ingresa
al cerebro este para
protegerse, "se
desconecta
parcialmente" y "delega"
muchas de sus funciones
al cerebelo.