1. Perfil Geofísico de las Regiones de
Chile:
“Región de Aysén del General Carlos Ibáñez
del Campo”
Nombre: Victoria De Los Ángeles Contreras Tirado.
Carrera: Pedagogía en Historia y geografía
2. Asignatura: Geografía de Chile.
Profesora: Carmen Varela.
Localización geográfica
La Región Aysén del General Carlos Ibáñez del Campo es una de las quince
regiones en las que se encuentra dividido Chile. Esta región se ubica entre los
paralelos 43º38' por el norte y 49º16' por el sur, y desde los paralelos 71°06'
oeste hasta las aguas territoriales del Océano Pacifico. Esta región tiene una
superficie de 109.024,90 km2, representando un 14,2% de Chile continental e
insular.
Limita al norte con la X Región de Los Lagos, al sur con la XII Región de
Magallanes y de la Antártica Chilena, al este con la República Argentina y al
oeste con el Océano Pacífico.
3. Geología
La geología de la región de Aysén se destaca por su posición en la zona de
conjunción de las placas tectónicas “Antártica - Pacífico Sur”, “Nazca” y
“Continente Sudamericano” en el fondo oceánico frente a la Península Taitao.
La altitud del borde continental de Aysén es más baja que hacia el norte,
producto de la carga de hielo durante la última glaciación hasta hace 12.000
años. La colisión de estas tres placas es responsable del levantamiento de la
Cordillera de los Andes y de la fragmentación de la corteza continental, visible
en los angostos valles, fiordos y canales, escarpados por la profunda erosión
glacial a lo largo de las fallas tectónicas.
La profundidad de los valles permite que las cuencas hidrográficas de ambas
vertientes de la Cordillera desagüen hacia el Océano Pacífico, extendiendo así
el territorio tanto de la Región de Aysén como de Magallanes hasta la estepa.
En comparación con el centro y el norte de Chile la intensidad de la colisión es
menor, preservando esta Región de mayores eventos sísmicos. La subducción
de las placas oceánicas debajo del borde continental desestabiliza las rocas de
la corteza en condiciones de alta temperatura y presión, impulsando entre otros
procesos la actividad volcánica a lo largo del sistema de las fallas.
Los volcanes Melimoyu, Mentolat, Kay, Macá, Hudson, emplazados en los
puntos más permeables de esta red de fallas son la más reciente de las macro-
unidades geológicas que constituyen el subsuelo de la Región, junto a los
depósitos de ceniza y la cobertura sedimentaria glacifluvial de edad
Cuaternaria de los valles cordilleranos y de la periferia de la estepa. Por su
parte, numerosos cuerpos volcánicos y subvolcánicos del Cretácico y Terciario
están en las rocas de los Cordones Subandinos, inclusive hasta en la periferia
de la planicie estepárica.
La zona de los Cordones Subandinos se caracteriza por mesetas y amplios
valles orientados en la continuidad del sistema de fallas tectónicas hacia el
este, formadas por secuencias sedimentarias y volcánicas de cuencas locales
del Mesozoico.
La línea de altas cumbres de la Cordillera de los Andes marca el eje central del
Batolito Patagónico, compuesto principalmente de rocas graníticas. El
levantamiento asociado a la intrusión del Batolito Patagónico afectó las rocas
de contacto, como los estratos de los Cordones Subandinos en la vertiente
oriental. Al sur del Lago General Carrera y en el litoral se encuentran las rocas
más antiguas de la Región, formadas por procesos de transformación en el
Paleozoico denominadas en su conjunto Basamento Metamórfico. Los
testimonios paleontológicos aportan a la reconstrucción de la prehistoria del
territorio. Los fósiles más conocidos de la Región son organismos marinos
4. (amonites) en las lutitas negras de la Formación Coyhaique del Cretácico
inferior, ostras en arenitos al sur de Puerto Guadal y el bosque petrificado en
una franja de rocas entre el nacimiento del Río Correntoso y el Cerro Rosado.
Los riesgos geológicos más importantes son los aluviones, como el recordado
aluvión de mayo de 1966 en Coyhaique. Otros riesgos son el desprendimiento
de rocas por acción de agua, hielo y viento, la erosión de riberas de los ríos con
mayor demanda de uso ribereño, las inundaciones debido a la baja capacidad
de absorción de precipitaciones de la gran mayoría de la rocas y las
emanaciones volcánicas de gases nocivos (óxidos de azufre, floruro de
hidrógeno).
5. Geomorfología
La región de Aysén es particular en cuanto a relieve y representa un resultado
de la acción combinada de la tectónica, el volcanismo, la acción de glaciares y
otros agentes como precipitaciones nivosas y pluviales, el viento y la cercanía
al mar.
Con respecto a esto se pueden distinguen tres unidades geomorfológicas
Cordillera de los Andes Patagónicos: Sus mayores alturas son el Monte San
Valentín, el más alto de la cordillera, con 4.058 msnm; cerro Melimoyu, con
2.400 m; Maca, con 2690 m; Hyades, de 3.078 m; Alto Nevado de 2.555 m, y
Hudson con 2.600 m. Una de las características de la cordillera es la presencia
de extensos campos de hielo destacándose el Campo de Hielo Norte ubicado
frente a la península de Tres Montes, posee una superficie de 4.400 km2 y es
de aquí que se desprenden los ventisqueros San Rafael, San Quintín, y
Steffen.
El Campo de Hielo Sur, ubicado en su parte norte en esta región y su parte sur
en la Región de Magallanes, posee una mayor extensión que el anterior y
desde él se desprende el ventisquero de Jorge Montt. Otra característica
importante es el contacto directo de esta cordillera con el mar a través de los
canales, fiordos y estrechos que se internan en la cordillera producto del
hundimiento del territorio. Entre estos canales se encuentran el Canal Jacaff,
Puyuhuapi y el seno de Aysén.
Valle longitudinal: Se encuentra sumergida como resultado de los tiempos de
glaciación en que fue destinataria de grandes masas de hielo que produjeron
su hundimiento producto del peso. Una vez que comenzó a subir la
temperatura del planeta aproximándose a la temperatura actual, estas masas
de hielo se derritieron dejándola sumergida y dando origen a mares interiores
en forma de golfos y canales.
Cordillera de la Costa: El mismo hundimiento tectónico que cambió la
fisonomía de las otras unidades de relieve definió a la Cordillera de la Costa
como una franja desmembrada en la que sólo sus mayores alturas aparecen en
forma de islas y archipiélagos. Está limitada al norte por el Golfo de Corcovado
y por el sur con el Golfo de Penas.
6. Clima
El clima que caracteriza a la Región de Aysén es el clima frío oceánico de
bajas temperaturas, con abundantes precipitaciones, fuertes vientos y mucha
humedad. Las características del relieve provocan una diferencia de climas en
7. el sector oriental, formado por islas y archipiélagos, y en el sector oriental de la
Cordillera Patagónica.
En primer lugar se presenta el Clima frío oceánico del sector de
archipiélagos e islas y vertiente occidental de los Andes Patagónicos:
Esta zona presenta características de abundantes precipitaciones, fuertes
vientos del Oeste y altísima humedad, debido a la inexistencia de una barrera
orográfica que impida el paso directo de los vientos del Oeste y detenga su
acción. Los promedios de agua caída anuales fluctúan entre los 3.000 y 4.000
mm. Un caso a citar es Puerto Aysén con una precipitación de 2.940 mm
anuales y la isla de San Pedro con una precipitación anual de 4.266 mm. Las
temperaturas son muy bajas obteniéndose una media anual de 8 a 9ºC, donde
los valores máximos se dan en enero.
De igual manera se presenta el Clima de estepa fría de vertiente oriental de
los Andes Patagónicos o transandinos: Esta zona se diferencia de la
anterior porque está protegida por el cordón montañoso de la cordillera, la que
permite una disminución notable de las precipitaciones, en comparación con el
sector de archipiélagos que se encuentran en la misma latitud. En el lado
oriental los valores de las precipitaciones bajan hasta 621 mm anuales en
Balmaceda. En la ciudad de Coihaique la precipitación es de 1.385 mm
anuales. Las temperaturas son generalmente bajas siendo enero el de
temperaturas más altas y julio el de las más bajas.
8. Vegetación
La fitogeografía en la XI Región es muy rica y diversa, presentando
mayormente una zona de desarrollo de bosques y especies de árboles nativos.
Dos grandes grupos de este tipo de bosques se encuentran en esta región. Por
un lado se encuentran las especies de árboles de maderas duras, como el
Canelo y Ciprés de las Guaitecas, asociadas a especies más bajas de
sotobosque tales como Ñirre, Lingüe, Arrayán, y otros arbustos tales como
Quila, Chilco y Ñipa, pastos fríos y una gran diversidad de líquenes y de
helechos.
De igual manera, en el archipiélago del Cabo de Hornos igualmente hay
Canelo, Mañío, Notro y Taique, entre otras especies arbóreas. En las turberas
dominan los musgos, en general acompañados por el coirón, el brecillo y el
atrapamoscas.
En las áreas que rodean a los glaciares de la XI Región existen pocas especies
de flora. Algunas de las más comunes son: la Nalca chica y la Nata Verde.
Tras las primeras estribaciones de la cordillera existen el Radal, la Lenga, el
Aromo y el Colihue, así como el Pasto Miel, el Diente de León y el Llantén.
Entre las especies herbáceas resaltan el Duraznillo, el Ñirre y la Paramela.
En el Parque Nacional Queulat se puede observar especies como el Coigüe, la
Tepa, el Tepú, diversos arbustos de hermosas flores y enormes nalcas.
Al interior de la Reserva Nacional Lago Cochrane predomina el bosque
caducifolio de Aysén, cuya especie representativa es la Lenga. También se
encuentra el Ñirre, Coigüe común, Ciruelillo o Notro y especies arbustivas
como Calafate, Michay, Chilco, Mata Verde y Chaura. La reserva se encuentra
entre el bosque caducifolio y la estepa patagónica.
La vegetación nativa de la Reserva Nacional Coyhaique se encuentra
representada por el Bosque mixto de Coigüe común y Lenga siendo la
formación vegetacional predominante la del Bosque Caducifolio de Aysén. En
sectores húmedos se presenta el Ñire. Existe una diversidad de especies
exóticas destacan por la superficie que ocupan, el Pino Ponderosa, Pino
Contorta, Pino Silvestre, Pino Oregón, entre otras. Respecto a los arbustos se
pueden apreciar el Chilco, Zarzaparrilla, Calafate y Quila, entre otros.
La vegetación de la Reserva Nacional Lago Jeinemeni varía desde el oriente,
donde es más esteparia, hacia el sector occidental, más húmedo,
reconociéndose dos formaciones vegetacionales, Estepa Patagónica de Aysén,
en que las especies representativas son: Vautro, Coiron, Coirón, Cadillo,
9. Neneo y LLareta; el Bosque Caducifolio de Aysén en la que predomina la
Lenga, en las partes bajas y valles el Ñirre, Calafate y Chaura y en los sectores
más húmedos Coigüe común, Notro y Pasto miel.
La flora del Monumento Natural Dos Lagunas corresponde a aquella de un
sector de transición entre el bosque caducifolio de Aysén y la estepa
patagónica, sin embargo la formación vegetacional predominante corresponde
al bosque caducifolio de Aysén, en la que las especies características son
Ñirre, Calafate, Frutilla y Pasto Miel.
10. Fauna
En los ecosistemas terrestres y acuáticos de Aysén, incluyendo sus aguas
oceánicas viven 61 especies de mamíferos, incluyendo 11 tipos de ballenas, 3
tipos de delfines, el Puma y 3 otras especies de felinos, el Guanaco y el
Huemul, una nutria marina y de agua dulce y el Pudú; 185 especies de pájaros,
entre ellos el Ñandú, el Flamenco chileno y el Cisne Coscoroba; 6 reptiles y 8
anfibios.
La fauna de la zona de archipiélagos y fiordos es poca, destacando las escasas
poblaciones de Huemul. En los bosques se pueden hallar aves como los
Chucaos y el Martín Pescador. Los canales y fiordos son el hábitat de especies
como el Huillín y el Lobo Fino Austral.
En las zonas descubiertas de las estribaciones cordilleranas existe el
Quirquincho Patagónico, la Vizcacha del Sur y Guanacos, además de aves
como el pitío y el aguilucho.
Dentro de la fauna del Monumento Nacional Dos Lagunas destacan las aves
como el Carpintero Negro, Pitío, Cachaña, Zorzal, Tagua y Pato Real, entre los
mamíferos destacan el Zorro Colorado, Chingüe y el Armadillo o Peludo.
11. Vulnerabilidades y riesgos ambientales
Vulnerabilidades Ambientales
Oposición a nuevas concesiones acuícolas en la Región.
Proyecto de operación de buque factoría American Monarch.
Industria de la pesca artesanal de la Región.
Riesgos menores
Contaminación por el vertedero de Coihaique
Cierre y localización de nuevo vertedero para Aysén
Deterioro producido por extracción de áridos en Coihaique.
Riesgos Ambientales Persistentes
Debilitamiento de la capa de ozono sobre la Región.
Proyecto Hidroaysén
Desarrollo
La recepción de Hidroaysén es tan solo el comienzo en la carrera por explotar los
recursos naturales del país. Si bien es cierto, la falta de una normativa ambiental,
permitió la aprobación del megaproyecto, la historia asociada a vulnerabilidades y
riesgos ambientales en Aysén tiene su auge desde la instalación de la industria
salmonera.
Impacto Ambiental de la salmonicultura.
En la década del 80, cuando la industria del salmón tomó impulso desde que se
introdujo el modelo noruego en nuestro país, la magnitud de las exportaciones
progresaron y el desarrollo no sufrió reparos ni observaciones ambientales hasta 1994,
cuando se aplicó la Ley Sobre Bases Generales del Medio Ambiente.
Este retraso en la implementación de un marco regulatorio suficiente, en la actualidad
mantiene las reservas biológicas marinas sepultadas por fecas y peces en
descomposición, los que además poseen altos niveles de elementos químicos prohibidos
en gran parte del planeta. Esto genera impactos graves y permanentes sobre los
ecosistemas.
Explotación de Recursos Marinos
12. Los recursos marinos que no fueron afectados hasta 1986 por la expansión de la
industria salmonera, fueron sobre-explotados para solventar la demanda que no podía
cubrir la zona comprendida entre la I hasta la IX Región. En la década del 90, Japón
comienza a tener un repunte en la demanda de recursos bentónicos. La disminución real
del precio en el mercado asiático por la depreciación de la moneda japonesa frente al
dólar estadounidense, favoreció las importaciones y aumentó la demanda interna de
Japón.
En 1994 problemas de la economía japonesa paralizaron las exportaciones de recursos
chilenos. Pero era demasiado tarde, los bancos naturales ya estaban catalogados en
riesgo, con sus máximos excedentes productivos sobre-explotados y los que se
sostenían en el frágil sistema patagónico, estaban siendo sepultados con las nuevas
instalaciones de la industria del salmón.
Explotación y pesca artesanal.
La salmonicultura en la Región de Aysén, para su puesta en marcha, requirió de un
importante capital humano. Miles de pescadores artesanales aiseninos migraron y dieron
impulso a la industria. El año 2008, cuando se declaró oficialmente la crisis del virus
ISA en Chile, 35.000 puestos directos y 13.000 indirectos no continuaron. Y fue el
sector dominado por pescadores artesanales el más afectado.
Cuando quisieron volver al mar, el escenario no era como el que abandonaron tiempo
atrás. No había recursos naturales, habían sido sobre-explotados, el mar estaba
privatizado y el pequeño grupo de pescadores que resistió el auge de la salmonicultura
debió someterse a las normativas sanitarias implementadas por los salmoneros,
impidiéndoles el desplazamiento en caladeros y rutas ancestrales de pesca.
El costo de Hidroaysén
La implementación de Hidroaysén supone desarrollo económico de gran amplitud. Pero
la región de Aysén ha sido víctima de la sobre explotación de sus recursos naturales y
violaciones del medio ambiente; un ejemplo de ello es el mar contaminado de la
Patagonia.
El factor desarrollo cumple un rol prioritario en la etapa de construcción. Las represas
construidas, instalarán un desastre ambiental irreversible. El modelo económico actual,
injustificable, no vislumbra calidad de vida ni satisfacción de necesidades sin afectar el
medio ambiente.
La especulación de la normativa ambiental, hace irreversible una catástrofe sin
proporciones. Los organismos encargados de evaluar proyectos ambientales, no
comprenden que para solucionar problemas de la realidad, no basta entender la calidad
de vida con el PIB per cápita, sin antes evaluar las medidas de impacto ambiental y
entender que ambos objetivos no son rivales, sino complementarios. En consecuencia,
la normativa ambiental merece una revisión mas profunda, que programe todos los
13. sectores, y no sea un instrumento facilitador para las transnacionales que en otros países
se les prohíbe el acceso.