La madre Eugenia nació en Italia en 1867. Su padre era músico ciego y su madre ambiciosa lo abandonó. Eugenia creció con sus abuelos hasta que su madre la llevó a vivir con su padrastro, con quien sufrió acoso. Encontró consuelo en la religión y decidió dedicar su vida a Dios como monja, escapando de su casa, a pesar de las dificultades iniciales. Sirvió a los demás enseñando y cuidando niños huérfanos durante la guerra hasta su muerte por cáncer