El documento define la pseudociencia como afirmaciones o prácticas que se presentan como científicas pero no siguen el método científico. Explica que la pseudociencia no aplica el método científico, proclama teorías sin pruebas empíricas y es inmutable ante nuevos descubrimientos, a diferencia de la ciencia. También analiza ejemplos como pulseras de equilibrio, entrenamiento cerebral y productos alimenticios funcionales que han sido promocionados con afirmaciones engañosas sobre sus beneficios.