2. El punto de partida
Proyecto de vida (parte 1)
(parte 2)
El esfuerzo y la motivación (parte 1)
(parte 2)
Dale vida a tus sueños
3. La adolescencia es un periodo muy
particular de la vida. Abandonamos la
niñez para adentrarnos en la vida
adulta. Esta época de transición es
caracterizada por muchos, como una
etapa de cambios radicales y de
grandes retos.
La búsqueda de respuestas a
preguntas como ¿quien quiero ser?,
¿como quiero ser? o ¿que quiero ser?,
pasan a primer plano. Las ideas
infantiles se topan de frente con las
nuevas prioridades y expectativas.
4. El proyecto de vida de cada individuo
es irrepetible ya que responde a
necesidades particulares; no es
estático, puede ser ajustado y variado de
acuerdo a las circunstancias, situaciones
o cambios que se presenten en el
camino.
No pretendamos resolver nuestra
vida desde ya. Sin duda podemos
definir con relativa facilidad y de
forma concreta las metas más
inmediatas y generales, como
desempeño escolar, recreación,
relaciones filiales y de amistad, etc.
5. Los objetivos de mayor trascendencia deben ser sopesados con detenimiento,
es decir aquellas grandes directrices que definirán el rumbo de la vida
Tales como, la escogencia de la
pareja con quien se compartirá la
vida o de formar una familia (o no)
También como viajar,
conocer, lo que
estudiaremos, del
trabajo, de la profesión…
6. El conseguir las metas es un verdadero
reto para cada adolescente, porque
requiere de tiempo, esfuerzo y dedicación.
El acompañamiento y consejo de padres,
mentores y amigos es valioso.
Además, en el camino pueden
aparecer complicaciones y podrían
cambiar el rumbo de las cosas, tener
claro hacia dónde vamos y como
conseguiremos llegar ahi,
nos permite tomar buenas
decisiones para lograrlo
y perseverar.
7. Lo mas importante de todo, es tener actitud emprendedora y motivarnos
a conseguir el camino
8. Dale vida a los sueños que alimentan el alma,
nunca los confundas con realidades vanas.
Aunque tu mente sienta necesidad, humana,
de conseguir las metas y de escalar montañas,
nunca rompas tus sueños, porque matas el alma.
Dale vida a tus sueños aunque te llamen loco,
no los dejes que mueran de hastió, poco a poco,
no les rompas las alas, que son de fantasía,
y déjalos que vuelen contigo en compañía.
Dale vida a los sueños que tienes escondidos,
descubrirás que puedes vivir estos momentos
con los ojos abiertos y los miedos dormidos,
con los ojos cerrados y los sueños despiertos.
Mario Benedetti