Denis Columbus es residente de obras en Kandahar, una zona de riesgo asediada por los talibanes. Hace tres años trabajó en Nairobi, Kenia, y luego en Dubai. Aunque se muere por comer un cebichito de caballa en Pacasmayo, disfruta su trabajo día a día. Él mismo nos cuenta parte de su historia
Conoce al ingeniero piurano que construye subestaciones eléctricas en Afganistán
1. Desde Afganistán: conoce al piurano que va por el mundo
construyendo subestaciones eléctricas
Fuente: A la Obra Gente – Cementos Pacasmayo
Denis Columbus es residente de obras en Kandahar, una zona de riesgo asediada por los
talibanes. Hace tres años trabajó en Nairobi, Kenia, y luego en Dubai. Aunque se muere
por comer un cebichito de caballa en Pacasmayo, disfruta su trabajo día a día. Él mismo
nos cuenta parte de su historia.
Viví en Talara hasta los siete años. Luego me
mudé a Lima y estudié Arquitectura en la
universidad Ricardo Palma. Hace 20 años
trabajo vinculado a la ingeniería
electromecánica. Me dedico a la construcción
de Subestaciones de Alta Tensión, Centrales
Térmicas, Hidroeléctricas, Líneas de
Transmisión y SVC.
Ahora estoy construyendo una Subestación Eléctrica de Alta tensión en Kandahar. Mi
cargo es Residente de Obras y tengo a mi mando más de 170 personas, entre ellas, un
contingente de seguridad conformado por 50 agentes. Hace 20 días decidí cambiar mi
look por mi misma seguridad: aquí solo salgo una vez al mes directo al banco y con cuatro
guardaespaldas armados, incluido el chofer. No se puede conversar con ninguna mujer.
Mi trabajo siempre me ha gustado. Lo disfruto. Paso más tiempo en el campo que en la
oficina. Mi fin de semana sí es algo monótono y para no aburrirme me dedico a trabajar.
Los jóvenes ingenieros vienen a conversar conmigo, les gusta escucharme. Siempre
pienso en volver a Perú. Mis cinco hijos viven en Lima y dos ya están terminando la
carrera. Tantos años como trotamundo, ya se les ha hecho costumbre no verme en la casa.
En abril regreso: pienso pasear mucho, ir a Máncora y visitar a mi familia en Talara y
Chiclayo. Quizás nos vamos por tierra a Guayaquil y tomamos un avión a Cali. Mi esposa
es colombiana.
Para disfrutar la vida es importante distribuir el tiempo, amanecer con las fuerzas
renovadas y agradecer a Dios. Eso veo aquí: todos oran cinco veces al día, donde los
agarre la hora se tiran al piso. Creo que para salir adelante necesitas el espíritu de hacer
bien las cosas y si tu relación hombre-Dios es buena, todo lo que tienes delante es tuyo.