Este poema describe las moscas como criaturas familiares que evocan recuerdos de diferentes etapas de la vida, desde la infancia hasta la vejez. Las moscas han estado presentes a lo largo de la vida del poeta, posándose sobre juguetes, libros, cartas de amor e incluso los párpados de los muertos. A pesar de que no trabajan como las abejas ni vuelan hermosamente como las mariposas, las moscas siguen siendo viejas amigas que traen de vuelta recuerdos del pasado