2. LA MUJER MÁS BELLA DE LA TIERRA
Helena es la causante de la guerra mas famosa hace ya muchos años que todo pasó,
verdaderamente la razón residió en ese afán masculino por poseer bienes y objetos,
entre a los que incluyen a las mujeres. También contribuyo el desmedido oculto que los
hombres rinden a su honor. Nunca entendió porque lo tiene que hacer extensible a la
conducta de sus esposas o hijas. La prueba es que cuando esta en juego su pasión por
la guerra nada importa, a la que su padre, su cuñado Agamenon, no vacilo en sacrificar
a su hija Ifigenia en Aulide, para poder ir a Troya.
Ese afán de posesión la ha perseguido toda la vida. Nació destinada a convertirse en la
mujer mas bella del mundo. Era hija de Zeus, quien recurió a una de sus múltiples
argucias para poder acostarse con Leda. El rey Tindareo no tuvo mas remedio que
acogerla como hija propia cuando nació.
Los hombres la ven como un objeto precioso, cuya posesión todos envidian. Fue
raptada por Teseo, el rey de Atenas.
3. EL PESO DE LA BELLEZA
A loa catorce años de vida, tenia muchos pretendientes, todos los reyes de Grecia
deseaban poder casarse con ella, Tindareo estaba en un verdadero aprieto, temía que
si elejía a uno los demás consideraban una humillación el haber sido rechazados y
uniéndose, decidieran atacar Esparta, el astuto Odiseo, que sabia que por su humilde y
pequeño reino no tenia ninguna posibilidad, se presto a ayudar a Tindareo a cambio de
que le consiguiera como esposa a Penélope, la hija de su hermano Icario.o. Tindareo
siguiendo el consejo de Odiseo reunio a todos sus pretendientes y antes de decirles
quien era el elegido, les hizo jurar que en el futuro vendrían en ayuda del marido si
alguien pretendía disputar le la esposa. Conseguido esto, decidió que ella escogiera al
marido.
Escogió a Menelao, ya que su hermana Clitemnestra se caso con Agamenon Atrida, era
joven y experimento su primer amor, su vida se volvió un torbellino de felicidad.
Pronto tuvo un hijo, el parto fue muy duro pero tuvo una niña pequeña a la que llamo
Hermione, tan bonita y tan tierna que se le olvidaron de golpe esos dolores que le
había causado el parto. Menelao, se porto bien y no manifestó ningún signo de
decepción,al ver que no era un varón que le pudiese suceder en trono, ni siquiera
cuando se entero de que ya no podía tener mas hijos, Tiradeo le lego el reino de
Esparta.
EL RAPTO DE HELENA
Cuando llevaban unos años casados Menelao ya no la miraba como al principio, seguía
siendo amable pero ya no había temblor cuando la tocaba, ni apreciaba sus nuevos
velos, ni los perfumes, ni los peinados. El saber que poseía a la mujer mas codiciada y
en que cualquier momento la tenia a su disposición había borrado el deseo de sus ojos,
y eso para ella era como perder su única virtud, la belleza.
Cuando llego como embajador de la ciudad de Troya, Paris, aquel joven y apuesto
príncipe de Troya, del que se decía que había vivido su infancia sin saber que era el
hijo del rey Priamo. Su hermosura realzaba por sus ricos ropajes y sus valiosos la
impresionaban. Se sentía otra vez viva, bella y deseable, los días se volvieron mas
intensos y llenos de luz, la magia del amor volvió a ella. Menelao parecía no darse
cuanta de como el príncipe Paris la miraba de como se convertía en el objeto de todas
sus atenciones, no tuvo ningún problema en dejarlos solos y en encargar le la atención
de su huésped, la muerte de su abuelo Catreo le hizo marchar a Creta para asistir a su
funeral.
4. Abandono a su esposo y a su hija para irse a la ciudad de Troya con Paris y casarse allí
con él. Poco le importo ser en el futuro tema de discursión: No descarto que incluso
ningún poeta invente la afición de que no estuvo en Troya, sino un fantasma con su
imagen, que Zeus, enojado con los hombres construyo para provocar la guerra y aliviar
así a la madre tierra del peso de tantos seres.
LA GUERRA DE TROYA
Su marcha fue un duro golpe para Menelao, mas para su orgullo que para su amor. Dijo
que Paris la había raptado y, haciendo uso de juramento de sus antiguos
pretendientes, les convoco con sus ejércitos para ir a rescatarla y dar una lección a
esos amasiatos. Su hermano, Agamenon Atrida, organizo la expedición, todos los reyes
acudieron prestos, por fidelidad a su juramento como por la esperanza del botín que
les reportaría conquistar una ciudad como Troya.
El asedio duro diez años. Los troyanos siempre la consideraron la causante de sus
desgracias y muchos hubieran deseado que el rey Príamo la entregara a los griegos; su
belleza los seducía y les hacia comprender la locura de su joven príncipe Paris. Solo el
rey Príamo y su cuñado Héctor, hermano de Paris, parecieron entender que no era ella
sino los dioses los responsables de la guerra, y siempre la trataron con cariño y
respeto. La atormentaba ver como tantos y tan valientes guerreros dejaban su vida en
la llanura. Lloraba y se insultaba. Procuraba mostrarse poco en publico, apenas hablaba
y se pasaba los días en sus aposentos reales bordando sus tejidos.
En esos largo años escucho y vio desde la muralla como griegos y troyanos luchaban:
Menelao, Agamenon, Diomendes, Odiseo, Aquiles, Patroclo, Áyax, Héctor, Eneas, y
rara vez aparecía Paris, que prefería su lecho al campo de batalla. ! Cuantas veces
Héctor tuvo que ir a buscarlo para que le tachasen de cobarde !.
5. LA CAIDA DE TROYA.
En el noveno año hubo un momento para el optimismo: Aquiles había abandonado el
combate y los troyanos estuvieron apunto de ganar la guerra. Poco después los
troyanos tuvieron que contemplar como Aquiles ataba su carro el cadáver de Héctor y
como sin piedad lo arrastraba alrededor de las murallas. Luego todo se precipito,
murió Aquiles; su primo Áyax se suicidio; llego el hijo de Aquiles Neoptolemo, al que su
mujer llamo Pirro; murió Paris de una herida para la que llegaron tarde los remedios de
la ninfa Enone.
¡ Con que gritos de jubilo la despertaron los centinelas, proclamando que los griegos
habían abandonado su campamento y habían desaparecido con sus naves, dejando la
playa como ofrenda a Poseidón un enorme caballo construido de madera! Este logro lo
que durante diez años no consiguió el ejercito aqueo: Que los mismo troyanos
introdujeran a sus enemigos griegos dentro de sus murallas. Fue un día de fiesta y
alborozo, pero, cuando cansados de leer y de bailar se acostaron, las naves griegas y
sus ejércitos regresaron, al tiempo que el vientre del caballo se abría y empezaron a
salir de el los jefes griegos, ella presa del terror, se escondió en el templo de
Afrodita, diosa del amor, temiendo la cólera por igual de vencidos y vencedores. Allí la
encontró Menelao y, cuando levanto su espada para golpearla, su belleza obro el
milagro: Se detuvo cuando le mostró sus pechos desnudos. Lo mismo ocurrió cuando la
cogió de la mano y la conducía a su nave, de vuelta a casa. Los griegos la injuriaban y
estaban decididos a lapidarla, pero una vez mas su belleza la salvo, cuando la vieron
dejaron caer la belleza de sus manos.
6. EL REGRESO A ESPARTA
El viaje de vuelta a Esparta les costo ocho largos años, en los que padecieron
numerosos infortunios, incluso un naufragio que les arrojo a las costas de Egipto.
Llegaron a su patria sanos y salvos.
Una vez ya en Esparta obtuvo una vida tranquila en la que esperaba su vejes junto a
Menelao, el hombre al que siempre deberá estar agradecida por no haberla
reprochado lo ocurrido