1. BIZARRO PRODUCCIONES Y CRONILICEO
PRESENTAN:
PASION GRIEGA: en el amor como en la guerra ¡todo vale!
1) Zeus, Dios Supremo del Olimpo, se disponía a organizar un banquete suntuoso
para la boda entre Tetis y Peleo al cual todos los dioses fueran invitados.
2) Y si bien controlaba la vida de los dioses y los hombres, no podía controlar a su
señora esposa, Hera. Siempre discutían por todo…
3) Sin embargo, en algo estuvieron de acuerdo esta vez: no invitarían a Discordia a
la boda. ¡Ella siempre sembraba peleas y conflictos!
4) Discordia, no muy contenta con esta decisión, comenzó a tramar algo para lograr
su venganza…
5) Mientras tanto, la boda se llevaba a cabo con éxito: Afrodita, Atenea y Hera
brindaban en honor a los novios: ¡Vivan los tortolitos!
6) Todo marchaba de maravilla, hasta que Discordia – en un momento de
distracción de los invitados – dejó una magnífica manzana de oro con un
cartelito que decía: PARA LA MÁS BELLA
7) Aquí comenzaría a asomar el conflicto que derivaría en catástrofe: Hera al ver la
manzana, consideró que era un regalo para ella. A su vez, Afrodita, queriendo
tomar la fruta, proclamó: -¿Acaso no soy la diosa de la belleza? Esta manzana es
para mí -. Por su parte, Atenea reclamó su derecho diciéndole a Zeus: ¿Padre, tú
no has dicho siempre que yo era la más bella?
8) Zeus no sabía qué decir ante la interpelación de todas sus diosas: Atenea era su
hija favorita pero si decía que era ella la más bella; su mujer Hera se enojaría. Si
se inclinaba por Hera, Afrodita renunciaría a su título de “diosa de la belleza”. Y
así siempre alguna diosa terminaría enojada con el supremo dios. Para salir
entonces de esta encrucijada, Zeus preguntó a todos los invitados qué opinaban.
No hubo acuerdo alguno y las diosas comenzaron a discutir muy
“civilizadamente”, guardando el decoro en todo momento como corresponde a
unas diosas…
9) Zeus interrumpiendo la acalorada discusión propuso que fueran al Monte Ida en
donde un pastor daría la manzana a quien juzgue más bella. Su decisión sería
ley, ni siquiera Zeus tendría el poder de refutarla.
10) El pastor resultó ser Paris (no París, la capital de Francia). Paris no era un pastor
como los demás. Antes de dar a luz, su madre, Hécuba, soñó que paría una roca
incendiada que destruía la ciudad de Troya, de la cual su esposo, Príamo, era el
rey. Como los griegos creían mucho en los presagios, Príamo, temiendo por su
reino, decidió matar al niño apenas nazca. Hécuba no podía matar a su propio
hijo, así que le encargó a un sirviente la tarea de abandonar al bebé en el Monte
Ida y traer el cadáver de otro. Príamo no se enteró de nada. Mientras, Hécuba
rogaba a los dioses secretamente que su hijo fuese salvado… Y así fue: el bebé
fue hallado por una osa que lo amamantó y cuido.
11) Más tarde, un buen pastor lo encontró, lo adoptó y lo llamó Paris. Pasaron los
años y Paris, ya grande, se fue a participar en unos juegos a los cuales asistieron
Príamo, su esposa Hécuba y su hija, Casandra quien poseía el don de la
adivinación. Casandra rápidamente supo de quién se trataba. Así Príamo se
reencontró con su hijo y le dio tanta felicidad que olvidó la profecía del sueño de
su esposa. Paris convertido en príncipe, eligió cuidar los rebaños de su padre en
los alrededores de Troya…Y aquí estamos nuevamente con Paris y las diosas…
2. 12) Así se presentaron las tres diosas ante el deslumbrado e indeciso Paris
intentando convencerlo “sólo con su belleza”. La primera en abordarlo fue
Atenea: - Si me eliges, Paris, ¡te convertirás en un rey poderoso! Yo, diosa de la
guerra, te enseñaré el arte de los combates y haré de ti un soberano invencible -.
13) Hera interrumpiendo, se acercó diciendo: - ¡Soy la esposa de Zeus! ¿Combatir?
Con mi protección, reinarás sin necesidad de pelear, toda Asia Menor. –
14) En ese momento, Afrodita lo abordó diciendo: - Yo te ofrezco aún más…Si tu
elección cae sobre mí, obtendrás el amor de aquella cuya belleza es igual a la
mía: Helena.
15) Paris no vaciló al ver la belleza de Helena: eligió a Afrodita y le dio la manzana.
La Historia de Helena: Mientras tanto, Helena había elegido a Menelao, rey de
Esparta, como legítimo esposo; luego de ser cortejada por todos los soberanos de
Grecia. Ella sabía que sea cual fuera su decisión - y aún ya estando casada -
siempre tendría problemas, ya que todos los hombres, enloquecidos por su
belleza, peleaban por ella. Sin embargo, como prueba de honestidad y
aceptación de la opción de Helena, los pretendientes (Ulises, rey de Ítaca y
Agamenón, rey de Argos y hermano de Menelao) prometieron perseguir al que
intentara destruir el matrimonio entre Helena y Menelao. Esta promesa desataría
el conflicto…
Paris, prendado del amor de Helena, es enviado a Esparta a realizar una misión
para su padre, Príamo. Él sabiendo que allí residía Helena, parte con el único
propósito de conquistar su amor. El flechazo fue inmediato: Helena al ver la
belleza de Paris quedó fascinada. El amor orquestado por Afrodita ya estaba
consumado: los dos escaparon hacia Troya.
16) Menelao al enterarse de la huída, creyó que Helena había sido secuestrada por
Paris. El rey montó en cólera y reclamó el cumplimiento de la promesa que
habían realizado Ulises y Agamenón, su hermano: recuperar a Helena, luchando
y sitiando la ciudad de Troya si fuese necesario.
17) La guerra de Troya se había declarado y el sueño de Hécuba cumplido…
18) En el Olimpo, Afrodita fastidiada por tanta agitación en el mundo de los
hombres, se puso a ordenar su palacio. ¡Tenía tantas cosas inútiles! Entre tantos
objetos, encontró uno que al parecerle tan vulgar, y ni siquiera recordar su
origen, no dudo en tirarlo. Era una fruta de oro, la tan peleada manzana de
Discordia…