Al cabo de los años y por el aumento del comercio internacional y el transporte gobal de personas y mercancías, ha provocado que se instales en España muchas especias procendentes de diferentes lugares del mundo que hacen que muchas autóctonas acaben desapareciendo.
2. Con la evolución del comercio y el transporte de
personas y mercancías a nivel global, cada vez
encontramos y disponemos en nuestro país de especies
animales que antes no podíamos encontrar. Algunas de
ellas han sido integradas por el hombre por su valor
cinegético, pero otras muchas aparecen de manera
invasora, haciendo peligrar el ecosistema nacional.
A continuación os mostramos algunas de las que se han
establecido en nuestro país, y que pueden dañar
sustancialmente el ecosistema del momento.
3. Almeja asiática:
Esta especie de molusco, puede llegar a alcanzar los 5
cm y cuando llega a un nuevo lugar, desplaza a las razas
autóctonas, haciéndose con el terreno y alterando su
cadena trófica. En España está afectando sobre todo a
las centrales hidráulicas obstruyendo las entradas de
tuberías. Pueden encontrase en zonas fluviales del
Miño y el Guadiana.
4. Helecho de agua azolla:
Dispersa por muchos puntos de la geografía española,
especialmente en zonas cultivadas de arrozales. Esta
desplaza la vegetación nativa, haciendo perder calidad
acuática y por consecuencia perjudicando a la
biodiversidad de la zona. Es originaria de América del
Sur.
5. Hierba de la Pampa:
Este se ha extendido por toda la geografía nacional,
conocido como «plumero» por su constitución. Sus
afiladas hojas que pueden llegar a rasgar la piel y ser
muy molestas en zonas recreativas, esta reduciendo
considerablemente la diversidad botánica de aquellas
zonas en las que se implanta.
6. Alga asesina:
Es una de las especies marinas vegetales más invasoras
y peligrosas del planeta, nativa del Caribe, se ha
extendido a lo largo del mar Mediterráneo, y posee una
toxicidad y resistencia que hace que el resto de
vegetación marítima se tenga que desplazar, perdiendo
de este modo gran parte de las especies autóctonas de
la zona.
7. Cangrejo americano:
Esta raza de crustáceo ha conquistado la mayoría de los
ríos y afluentes del país, poniendo en grave peligro la
existencia del cangrejo autóctono, así como otras
especies de anfibios y peces. Su inclusión fue a finales
de los 70 para abastecer a la población española, para
su cría en granja en las marismas del Guadalquivir.
8. Picudo rojo de las palmeras:
Insecto parásito que es la pesadilla de este árbol. Los
efectos negativos de este animal no son apreciables en
un primer momento, pero es capaz de matar a la planta
en cuestión de poco tiempo. Proviene del sudeste
asiático y para su erradicación es necesaria la
contratación de alguna empresa experta en
desinsectación en Las Palmas, Murcia, gran parte de
Andalucía, o cualquiera de los lugares en los que se da.
9. Mosquito tigre:
Insecto de gran tamaño que invade la costa
mediterránea, fue introducido en el país en un
cargamento de ruedas de repuesto procedentes de
Asia, su picadura es muy molesta y puede provocar
enfermedades que no tiene actualmente como la fiebre
chikungunya.
10. Mejillón cebra:
Nombrado así por las rayas blancas y oscuras que
tienen en su concha, este molusco natural de los mares
Negro y Caspio, ha invadido gran parte de la costa
catalana y del bajo Ebro. Su presencia provoca la
disminución de la biodiversidad de la zona, afectando a
especialmente a los bivalvos autóctonos.
11. Visón americano:
Usado por su piel en granjas de Segovia en 1960,
provocó que muchos de estos se escapasen y
comenzasen su andadura por la zona, expandiéndose
por todos el territorio nacional. Además este es de
mayor tamaño, agresividad y trasmite un virus que
afecta mucho más al autóctono, haciendo que este
último se encuentre en peligro.
12. Tortuga de Florida:
Introducida a finales de los 80, este animal se puso de
moda como mascota, escapándose posteriormente y
tras su liberación por la prohibición de su pertenencia,
ha hecho que se extienda por todo el territorio
nacional, provocando la exclusión de galápagos
autóctonos y la depredación de algunos invertebrados,
peces y anfibios.